Pamela Díaz reconoció este martes, en entrevista con Eduardo Fuentes en “Buenas noches a todos”, que en su adolescencia debió hacer terapia cuando comenzó a pololear con Manuel Neira.
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El recuerdo de la mediática influencer llegó luego de la íntima pregunta que le realizó Fuentes, respecto de su salud mental y cómo enfrentó sus primeros pasos en el mundo televisivo, al participar del concurso de belleza de Miss 17, y su reconocido interés por ser famosa.
“Una vez hice terapia y me retiré. Lo hice porque me hicieron leer”, contó Díaz, quien explicó que el fracaso en su única experiencia con un experto en temas de salud mental estuvo en su aversión a la lectura. “Yo creo que es porque mi papá me decía cuando era menor que leyera y eso como que me hizo perderle el gusto a leer libros”.
La terapia de Pamela Díaz
“Yo quería conversar y me hicieron leer como un libro de la luna y todo, y más encima, con suerte, leo bien. Yo no me entiendo ni lo que hablo, entonces iba a perder el tiempo y que mi papá pagará nomás”, se justificó Díaz, quien aseguró además que tal terapia llegó a los 16 años junto a su decisión de iniciar una relación amorosa con el retirado futbolista.
“Yo no lo sentía. Mis papás me obligaron. Tenía 16 años. Yo viví sola. Lo hicieron porque yo me puse a pololear con Manuel (Neira). Era como, piensa bien como papá, que tu hija te huevea (sic) desde los 12 años ‘que estoy segura que voy a ser esto, voy a trabajar en televisión, voy a estar en el Miss 17, voy a hacer esto, voy a hacer esto otro, me voy a comprar mi casa, voy a vivir lejos, voy a ser una mujer súper empoderada, independiente, femenina’. Así, toda la cuestión como muy bacán a los 14 años. Entonces, me dijeron: ‘Por último, termina cuarto medio. Es lo único que te podemos dejar sino quieres ir a la universidad’, porque yo no quería ir a la universidad. Entonces, yo les decía: ‘¿Para qué me voy a meter a la universidad si yo me voy a retirar? Si no hay nada que me guste, papá. Yo quiero ser famosa’. Entonces, sí. ¿Cómo vas a decir? Hola, yo soy famosa. Pero bueno, déjenme ser. Y bueno, siempre me apoyaron, o sino no hubiera estado sentada, obviamente aquí, contigo en este momento, en este gran programa, pos hijo. Y ahí me apoyaron”, explicó la mediática, quien reconoció que a estas alturas de su vida, ya resuelta en varios de sus sueños de adolescencia, la mejor terapia que tiene es la práctica del pádel.
“La terapia que mejor me ayuda hoy en día es jugar pádel. Se me olvida dejar a los niños. ¿Puedes creer esa cuestión? No tengo idea, es una huevada (sic) que te metís (sic) en la cuestión y decís (sic): ‘Oh, pasa el tiempo y le pegai (sic) a la pala. Estai (sic) como si, bacán, me gustó'”, cerró.