Qatar y la FIFA están trabajando para que se disipe la polémica alrededor de la Copa del Mundo. Ahora, el ente rector del fútbol mundial ha asegurado a las federaciones de la Copa Mundial que la bandera del arcoíris, en alusión a la comunidad LGBT+, “no estará prohibida” en los estadios para la próxima ronda de juegos.
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Además de esto, la FIFA señaló también que Qatar ha dado garantías al órgano rector sobre el tema después de una serie de incidentes que causaron revuelo, luego de que los capitanes de equipo de siete federaciones de la UEFA no usaran el brazalete OneLove, acostumbrados en torneos europeos.
Los colores se han convertido en uno de los puntos de tensión del torneo, ya que muchos jugadores, funcionarios y aficionados quieren hacer un gesto de solidaridad hacia la comunidad LGBTQ+ por las leyes de Qatar y la cultura en contra de la homosexualidad.
Se les prohibió a algunos fanáticos de Gales usar hasta colores de su país
A algunos aficionados y medios se les han confiscado prendas de vestir con banderas del arcoíris; por ejemplo, el incidente en el que seguridad indicó que se debían retirar los sombreros de cubo de la fanaticada galesa.
Fuentes contaron al medio The Independent sobre algunos casos en los que los aficionados galeses simplemente llevaban los colores del país (rojo, amarillo, blanco y verde) y se les pidió que se los quitaran.
Varias federaciones han planteado esto a la FIFA, incluso con un par de protestas por los seleccionados de Inglaterra y Alemania, puesto que se les había dicho a los equipos participantes – y a los aficionados que visitaron el país del Medio Oriente— que esta sería una Copa del Mundo abierta. En respuesta, el organismo rector mundial ahora envió una nota a las federaciones para indicar que el Comité de Operaciones de Seguridad del torneo aseguró que ya no se confiscarán los artículos con colores de arcoíris.
Ha llegado tan lejos que se han pasado misivas a la seguridad de los estadios, para evitar lo que se describió como “incidentes localizados”.
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Aunque esto sea visto por los funcionarios como un desarrollo aceptable, esta actitud “permisiva” de la Fifa y Qatar tiene el potencial de profundizar solo uno de los muchos puntos críticos de la Copa del Mundo.
Otra de las incertidumbres que cita The Independent gira en torno a las federaciones que dudan si la FIFA puede siquiera depender de tales garantías, dada la naturaleza de cómo ha operado la seguridad de Qatar.
