Con un look totalmente renovado, que le quitó como 10 años encima, reapareció en televisión el exparticiapente de “MasterChef” y “El Discípulo del Chef”, Max Cabezón, quien estuvo invitado en el programa “Más Vivi que nunca” para hablar de sus emprendimientos fuera de pantalla.
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“Al principio uno no sabe nada, ni de negocios, precios, permisos. Uno va aprendiendo a punta de aciertos y errores”, reflexionó sobre su negocio de pizzas.
Pero lo que más llamó la atención, fue su nuevo aspecto sin barba y con un pelo corto a los lados, que lo hacían ver como el hermano menor.
En el espacio, conducido por Vivi Kreutberguer también comentó sobre sus gustos por la comida y cómo comenzó su experiencia en televisión.
“Siempre tuve una fijación por la comida, y tenía ganas de ir más allá (…) Después me hacía sopitas, queques, fideos. Era algo muy particular”, consignó Pagina 7.
También se refirió a sus gustos personales y se definió de una particular manera.
“Cocinar era un 40% en mi vida, el resto eran deportes, videojuegos y animé. Yo me considero medio ‘quiltro’ para mis intereses, como de varias mezclas”, reflexionó.
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“El formato fue más farándula”
Pero, no todo fue amor sobre hojuelas, porque también se dio tiempo para criticar la última temporada de “El Discípulo del Chef”, donde fue eliminado a semanas de la final.
“El formato fue más enfocado a la farándula, al cahuín, a las peleas o conflictos. De repente podías sacarte la cresta y te decían ‘bien, pero le daremos más foco a este compañero que se agarró con no sé quién o que dijo tal cosa’”, reveló al medio.
En ese sentido, aseguró que se sintió decepcionado con el programa de Chilevisión, puesto que el foco no estaba puesto en el talento culinario sino que el los comentarios deslenguados.
“Quedé un poco defraudado del programa, porque tenía mucho más de cahuín que de gastronomía propiamente tal”, fueron parte de sus declaraciones.