Belén Soto reconoció este lunes, en entrevista con Eduardo Fuentes en “Buenas noches a todos”, que por más de una década debió convivir con un mal diagnóstico médico que le impidió tratarse como correspondía en sus primeros años de su trastorno de bipolaridad.
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La actriz y comediante expuso en el late de TVN los pormenores de una enfermedad que la acompañado desde su adolescencia, pero que recién pasados los 30 años logró detectar gracias al certero diagnóstico de una psiquiatra con la que se trató una vez que dejó Concepción para radicarse en Santiago.
Un alivio, reconoció Mora, quien incluso confesó a Fuentes que en varias ocasiones se ha preguntado si su condición de bipolar fue el motivo de haberse dedicado a la actuación “o al revés”.
La condición de Belén Mora
“Ufff, fue un alivio (conocer de su condición médica), sí. Porque fui mal diagnosticada desde los 16 a los 30 años”, inició Belén, quien aclaró algunos conceptos desconocidos respecto al trastorno bipolar, que en un principio desconoció y que la llevaron a estar varios años sin un óptimo tratamiento médico.
“Lo que pasa es que hay ciertos datitos que la gran mayoría de las personas no conoce. Y es que para un diagnóstico de trastorno bipolar se requieren cinco, seis, siete años con un psiquiatra que te esté evaluando, no es algo que se diagnostica en una, dos o tres sesiones. Entonces, cuando yo vivía en Concepción, iba al psiquiatra que podía pagar, que no era siempre el mismo. El psiquiatra te atiende 45 minutos. Te ve, te analiza y según sus estudios, te dice: ‘Ah, tú tienes esto’. Entonces, yo durante muchos años fui diagnosticada de depresión endógena”, reveló la standupera.
“Me vengo a Santiago, me recomiendan una muy buena psiquiatra, a quien le mando un besito muy grande porque ya es parte de la familia, y ella con el paso del tiempo, con el paso de los años, me dice: ‘Belén, lo que tú tienes es trastorno bipolar’. Y me lo explicó. Ella es muy pedagógica para explicarlo, porque a veces los psiquiatras como que creen que uno entiende todo. Y ella me lo explicó con peras y manzanas, y me dijo: ‘Esto es lo que te pasa. En esta etapa estás. Esto es lo que te falta clínicamente. Esto es lo que hay que regular’. Y ahí fue como ¡por fin! Saber lo que uno tiene y bueno, y después todo lo que viene, que es aprender a vivir con ese diagnóstico”, prosiguió la actriz, quien lamentó que tal trastorno sea “la única enfermedad que se usa como ofensa”.
“Yo lo digo incluso en algunos stand up, es la única enfermedad que se usa como ofensa. ‘Oye, que eres bipolar’, ‘la mina bipolar’. Nadie dice: ‘Oye, la mina es sidosa’, ‘la mina cancerosa’. No, la bipolaridad es tomada con una liviandad porque se cree que el bipolar es la persona que grita y luego llora, y no es así. Es un desbalance químico”, explicó Belén, quien a estas alturas de su vida, confesó, ha sabido convivir y aceptar su enfermedad.
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Ufff, fue un alivio (conocer de su condición médica), sí. Porque fui mal diagnosticada desde los 16 a los 30 años.
— Belén Mora
“Yo tengo una relación afectiva con el trastorno bipolar. He decidido tomarlo así. Lo abrazo, de repente nos agarramos, pero siempre he tenido la duda si soy actriz producto de la bipolaridad o al revés. Entonces, por ejemplo, los bipolares somos muy creativos, y eso yo lo he sabido usar de manera positiva. Somos muy intensos, también. De sentir intensamente, todas las emociones. Cuando estamos en un buen momento, y cuando estamos en un mal momento, cómo describirlo, no es pena, es como que te pesa el cuerpo. Es como si hubieras corrido una maratón de 42 kilómetros y de verdad tenís (sic) ganas de pararte, pero no puedes, porque no te puedes las piernas. Es como para graficarlo de alguna forma”, finalizó.