Seis meses han pasado desde el escándalo de la separación entre Shakira y Gerard Piqué, quienes eran considerados una pareja estable y que no había presentado señales de crisis durante los 12 años que estuvieron juntos, y todo parece indicar que esta historia de drama está lejos de acabar, pues aún falta la mudanza definitiva de la cantante a Estados Unidos. Una nueva etapa se comenzará a escribir para el 2023.
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El tiempo no menguado los señalamientos sobre quién recae la responsabilidad de la ruptura. Millones señalan a Pique, pues la fanaticada asegura que era él quien “tenía un compromiso de exclusividad y por lo tanto debía respetarlo”. Si la “monotonía” hizo mella en su amor, pues “debió terminar para iniciar otra relación”.
En tanto, otras ponen el dedo acusador sobre la nueva novia del exfutbolista del FC Barcelona, Clara Chía Martí, de 23 años. “Ella sabía que era casado y era padre dos 2 hijos. Que se enamoró no es justificación, antes de fijarse en él puedes decidir entrar o no entrar. Cada acto tiene una consecuencia. Y, como dicen: cuando las cosas empiezan mal, mal acaban”.
Incluso, en las redes sociales han tildado a los dos de “falta de valores, amor propio e inseguros”. Pero, ¿Qué pasa con Shakira? Ella ha quedado como la real víctima en este triángulo amoroso. Sin embargo, para un grupo de seguidores, también es culpable del deterioro de la relación.
¿Shakira, la salvadora?
Algunas personas también han acusado a la barranquillera de ser partícipe de su propia tragedia, pero de una forma inconsciente, puesto que afirman que sufre el síndrome del salvador, que consiste en “ejercer el rol de cuidador y ofrecer su ayuda incluso cuando no es requerida o incluso anteponer las necesidades ajenas a las suyas propias. Pueden llegar fácilmente a abandonarse a sí mismos y priorizar a los demás”, según señala la psicóloga Lorena Muñoz, en el portal Psicólogos de Málaga.
La especialista afirma sobre este síndrome que cuando se entabla una relación, la persona termina dando más de lo que recibe, espera que el otro cambie para alimentar sus esperanzas, está llena de sacrificios, por lo que se espera que la valoren, reconozcan y compensen de alguna manera.
La intérprete de “Cuando sale el sol” manifestó en su entrevista a Elle que sacrificó su carrera y se radicó en España para que el deportista jugara futbol y ganara títulos, el mismo que ahora se negaba a darle permiso de salir a EE UU con sus hijos para hacer una nueva vida.
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La semana pasada se reveló que Pique le fue infiel, al menos, unas 50 veces. Y en las letras de sus dos últimas canciones ella dejó claro lo que ocurría: “Nunca dije nada, pero me dolía. Yo sabía que esto pasaría. (...) Tú no daba’ ni la mitad, Pero sí sé que di más que tú. (...) Estaba corriendo por alguien que por mí ni estaba caminando”, es parte del hit “Monotonía”.
Algunos seguidores también la consideran culpable “por aguantar tanto. La mujer sabe cuando un hombre cambia y está siendo infiel. Pensamos que podemos cambiar a alguien. A veces hay muchas mujeres que aguantan todas las infidelidades del mundo solo por apariencias o por no perder a alguien, así sea en contra de su propia felicidad”, “Ella sufre el síndrome de la mujer salvadora, creyó que lo podía cambiar”.
Más allá de quién es el culpable o no, a la pareja le toca hacer una vida distinta a lo que experimentó en más de una década y luchar por el bienestar de sus hijos Milan y Sasha.