De seguro alguna vez en tu vida pasaste por ese incómodo proceso de tener que despertarte y, sin embargo, a pesar de las responsabilidades, la tarea se puede convertir casi imposible. La mala jornada nocturna puede ser el gran causante de la situación, no obstante, existen otras características que lo pueden generar.
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Ante la situación, una reciente investigación por parte de científicos de la Universidad de California, Berkeley, y publicada en la revista Nature Communications, indican que el dormir bien y sobre todo despertarse renovado no es un tema que se deja a la casualidad, por lo que se debe de trabajar con varias recomendaciones para que se pueda lograr el objetivo.
El estudio se basó en el análisis de 833 voluntarios que se les suministró durante dos semanas una variedad de comidas para el desayuno. Cada uno de ellos les fue suministrado relojes de pulsera para documentar la actividad física y la cantidad, calidad, tiempo y regularidad del sueño.
Dormir
Diversos especialistas ya han demostrado en anteriores estudios e incluso la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que entre siete y nueve horas de sueño es el tiempo ideal para librar al cuerpo de la inercia del sueño e incluso detallan que, de poder, también es recomendable durante el día una siesta de entre una y dos horas.
La mayoría de las personas necesitan esta cantidad de sueño para eliminar una sustancia química llamada adenosina que se acumula en el cuerpo a lo largo del día y provoca somnolencia por la noche, lo que se conoce como presión del sueño.
Actividad física
Realizar actividad física ayuda significativamente al estado de ánimo, fortalece al cuerpo, pero también se asocia con un mejor sueño. A realizar la actividad se puede lograr la satisfacción mental por la distracción e interrupción de las tareas laborables diarias, lo que causa que la mente se relaje y descanse correctamente.
También el cansancio físico es un tema primario, ya que, al quemar energías durante el día, el cuerpo automáticamente pide un obligatorio descanso, situación que puede generar una noche ininterrumpida de sueño profundo y que a la larga se transforma en una mañana llena de energías repotenciadas.
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Desayunar bien
Un desayuno alto en carbohidratos se asoció con un mayor estado de alerta matutino, en relación con la comida estandarizada de referencia que consta de una cantidad media de grasas y carbohidratos. Por el contrario, la comida rica en proteínas se asoció con un estado de alerta más bajo en comparación con la comida de referencia.
Un desayuno rico en carbohidratos puede aumentar el estado de alerta, siempre que el cuerpo esté sano y sea capaz de eliminar de manera eficiente la glucosa de esa comida, evitando un aumento sostenido en el nivel de azúcar en la sangre que, de lo contrario, debilita el estado de alerta de su cerebro.