Para los amantes de la Familia Addams, la aparición del Tío Lucas (o Fester) en la serie Wednesday de Netflix fue una grata sorpresa. Y es que si bien ya nos habían presentado a Homero, Morticia, Largo y Pericles, los alejaron de la trama para darle todo el foco a Merlina. El único que había quedado en incógnita había sido el querido Tío Lucas, a quien el actor Fred Armisen da vida.
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Lucas no sólo es uno de los retorcidos personajes que Charles Addams creó sino que juega un papel importante en la vida de los Addams, especialmente de Merlina y Pericles.
Quizá en la vida real un tío criminal, amante de dar shocks eléctricos es bastante descabellado pero pensando que es normal en el universo Addams, el gran cariño que le profesa a su familia y la complicidad que tiene con sus sobrinos, ha creado gran añoranza en el público con respecto a tener tíos que sean tus mejores amigos.
Convertirte en tío o tía es sin duda uno de los placeres más grandes de la vida. Tus sobrinos se convierten en tus cómplices de vida, a los que puedes guiar con tu sabiduría al tiempo que los consientes.
Ser tío o tía es una enseñanza constante. Quizá no tienes que educar a los niños o hacerte cargo de ellos 24 horas al día, los 7 días de la semana pero de algún modo aprendes lecciones de crianza amorosa a través de momentos divertidos.
Tener sobrinos es una gran responsabilidad pero al mismo tiempo, es una garantía de sonrisas. Aunque no están contigo todo el tiempo, tus sobrinos se convierten en una prioridad pues siempre pensarás en cómo sorprenderlos y hacerlos felices.
Cuando te conviertes en tía o tío, te das cuenta de que no hay nada más satisfactorio que el que tus sobrinos te vean con tanta admiración. De algún modo te conviertes en un modelo a seguir para ellos y estarás siempre presente conforme vayan creciendo.
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Con tus sobrinos te olvidas del caos del mundo; son tu escape cuando sientes que todo está mal. Es imposible no reír cuando estás con ellos y eso te recuerda lo importante que es valorar hasta lo más pequeño que tienes.
Por otro lado, si tienes la suerte de tener tíos que además de educarte, son tus amigos, entonces tienes un tesoro invaluable.
Y es que piénsalo, los tíos ejercen su autoridad de manera diferente a tus padres porque ven las cosas desde afuera. No se involucran por completo en tu crianza pero sí pueden influir en tu perspectiva de la vida.
Los tíos parecen tener la solución a todo. ¿Te rompieron el corazón? Tu tía no dejará de decir que mereces algo mejor. ¿Te peleaste con tus padres? Tu tío se hará cargo de hablar con ellos para arreglar todo. ¿Tuviste problemas con alguien y terminaste actuando mal? Tus tíos se encargarán de hacerte ver tus errores para que aprendas de ellos.
Crecer con tíos que, además de darte grandes lecciones de vida, te consienten y apoyan tus ideas más locas, puede ser lo mejor que te pueda pasar en la vida.
