En el capítulo de ayer de “Podemos Hablar”, el animador Eduardo Fuentes realizó una impactante confesión en el punto de encuentro. Él reveló que recibió dos propuestas indecentes por otros hombres, las cuales eran sumamente explícitas.
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El primer episodio fue con un transportista, quien estaba a cargo de trasladarlo a un evento, cuando él tenía 25 años. Ellos establecieron una buena relación y cuando iba de vuelta a su casa, Eduardo comentó que la conversación de algún modo fue al lado más fogoso.
“En un minuto me dice ‘puta qué lo he pasado bien, fue rico conocerte, te he llevado a todos lados, ha sido la raja (...) la mejor manera de cerrar este día es que si me dejas que te lo chu**’”, relató el animador aguantándose la risa, lo que contagió a todo el panel que no podía creer lo que estaba contando.
“Él sabía lo que quería”, bromeó Fuentes, “yo le digo ‘pucha buena onda y todo, pero yo no’. Cuando dije eso pensé que este hue** me iba a dejar botado en la calle, en la mitad de la autopista, se va a picar”, siguió contando.
Yo creo que nadie es tan hetero, no se vengan a hacer aquí los agrandados, quién no ha pensado alguna vez (...) Él me dijo ‘tranqui, piola, no pasa nada’, pero cada vez que pasaba la palanca de cambias, pensaba no te vayai a equivocar”, contó entre risas y afirmó que no pasó nada más.
La segunda historia sucedió cuando él ya tenía más de 30 años y estaba animando un evento de una empresa. “Había un ejecutivo de la empresa, un muchacho joven era un gerente que había ascendido hace poco, tenía buena pinta el hombre”, habló sobre el hombre en cuestión.
Una vez terminado lo protocolar, ellos estaban conversando en la barra y después poco a poco empezó a darle halagos por sus prendas y su perfume, y tocarlo más. Eduardo dijo que se empezó a pasar rollos, y lo invitó a un after.
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“Me voy a tomar una foto y de repente me agarra para decirme: ‘¿Vas conmigo o no?’ Vamos a mi departamento, vamos los dos, lo vamos a pasar rico’. En ese minuto le dije: ‘defíneme rico, puedes ser más explícito’”.
“Le pregunté cuál era su intención, si quería hacer el amor, si quería intimar conmigo. Me responde: ‘Si es piola, no pasa nada’. Le dije puta amigo buena onda y todo, no pasa nada, pero después me sentí mal, sentí que le había fallado. Siempre pienso si hubiera ido...”, terminó.