Verónica Roberts relató este martes las dificultades que encontró luego del parto de su hija, Carolina Paz, el pasado 6 de diciembre, quien por ser prematura presentó un distrés respiratorio que obligó a los médicos a internarla en la UCI.
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En entrevista con lun.com fue que la exparticipante de programas de telerrealidad en Canal 13 reflexionó en que más allá de todos los inconvenientes que tuvo con su embarazo y los tratamientos que por cuatro años realizó junto a su marido, el psicólogo Fernando Farías, para tener un bebé, lo peor que les pudo suceder fue tener a su hija en una situación de indefensión al nacer sin sus pulmones completamente desarrollados.
“A ella tuvieron que llevarla a la UCI por un distrés respiratorio (insuficiencia respiratoria), porque sus pulmones no estaban suficientemente desarrollados. Hay que recordar que es una guagüita prematura. Entonces, tuvo complicaciones respiratorias. Yo creo que tuve un apego de cinco minutos, que fue que me la pusieron encima después del parto. La puedo ver, contemplar un poquito, hasta que el neonatólogo se la tuvo que llevar. Estuvo hospitalizada, conectada a oxígeno”, contó Roberts, quien sufrió lo indecible durante las horas en que no pudo saber de su hija.
La preocupación de Verónica Roberts
“Obviamente ahí lloré. Me dio miedo, me dio impotencia. Es que es complicado, nos es para menos. Si bien es cierto que fue duro todo lo que nos pasó antes, fue distinta la sensación porque esto ya no nos pasaba a nosotros, sino a nuestra hija (...) da lo mismo lo que me pase a mí, lo importante es ella. El miedo es distinto. Verla conectada duele, da pena”, reveló.
“Fue complicado, pero ya cuando me dejaron ir a verla, cuando me dejaron levantarme para hacerlo, que fue como a las seis de la tarde de ese día (6 de diciembre), me tranquilicé un poco. Ahí tuvimos el primer abrazo de verdad, mucho apego. La pude tomar en brazos a pesar que estaba conectada. Y ahí empezamos la lactancia”, prosiguió.
Obviamente ahí lloré. Me dio miedo, me dio impotencia. Es que es complicado, nos es para menos..
— Verónica Roberts
“Hay guagüitas que pasan en incubadora y con oxígeno durante meses. Y esta es una guerrera, estuvo un día. Después la llevaron a la pieza con nosotros, pero luego hubo otra complicación. Ella, por ser prematura, tenía la bilirrubina muy alta y se la tuvieron que llevar de nuevo hospitalizada. A una fototerapia, que es como una incubadora, parecida a un solárium, donde se controlaba la bilirrubina. Y es chistoso, porque la ponían con los ojos tapados, como un verdadero solárium. Esa fototerapia ayuda a que la bilirrubia baje. Estuvo hospitalizada ahí (...) le tocaron duros sus primeros días”, finalizó.