Desde pequeñas nos han hecho creer que la vida se trata de tener pareja a cierta edad para ser consideradas plenas. Se nos dice que nuestro máximo fin es tener alguien con quien construir un hogar y formar una familia y que si no lo conseguimos, será una desgracia que nos condenará por siempre.
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Crecemos pensando en cómo nos tenemos que ver para agradar a los demás y si no nos voltean a ver es porque no somos lo suficientemente bonitas. Nos obsesionamos con planificar nuestras vidas en torno a un ser humano individual lo cual puede ser bastante agotador.
Si para cuando llegamos a la vida adulta no tenemos una relación estable o al menos alguien que diga que nos ama, entonces sentimos que hemos fracasado.
Especialmente en la temporada de fiestas, cuando hay tantas expectativas en torno a lo que lograste y no en el año es que el no tener pareja puede ser una verdadera tortura.
Mientras que en el fondo tú sabes que estás bien sin rendirle cuentas a nadie y que prefieres esperar a conformarte con cualquiera, a tu alrededor está la constante de por qué estás soltera.
Quizá por todas partes ver que todo mundo está viviendo un cuento de hadas y a veces sientes que te falta ese alguien a quien llevar a la gran cena familiar. Quizá te has preguntado una y otra vez qué es lo que está mal contigo que nadie te considera interesante o por qué sigues sientiendo ese vacío.
La realidad es que una vez que aprendes a dejar de darle tanta importancia a las opiniones ajenas y entiendes que tener o no una pareja no define tu valor, le das paz a tu corazón.
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Tu corazón merece estar en paz, no lo agobies intentando cumplir con expectativas ajenas
Deja de mirar con envidia al de al lado, deja de creer que todos tienen una vida perfecta menos tú. Estar en pareja y tener todo lo que la sociedad dice que debes tener, no es garantía de felicidad y plenitud.
El éxito es individual para cada quien y así como hay parejas que son felices, hay personas que están perfectamente bien por su cuenta. Algunos pueden tenerlo todo en su familia o en sus amigos y otros en sus hijos incluso si se han hecho cargo solas de ellos.
El amor, la felicidad y el éxito te encontrarán en el tiempo indicado. Aprende a disfrutar de las pequeñas cosas y te darás cuenta de que siempre has tenido todo.
Eso sí, nunca bajes tus estándares por miedo a quedarte sola porque mereces un amor completo.
Vivimos tiempos en los que nadie tiene tiempo para nada. Todos siempre vamos a un ritmo tan acelerado que olvidamos hacer esa pausa para reflexionar y hacer una introspección sobre lo que estamos haciendo, lo que queremos y lo que necesitamos.
Cuando te enfocas demasiado en cumplir con expectativas ajenas es fácil terminar conformándote con menos. Así que está en ti atraer lo bueno que mereces.
Recuerda que el amor no se ruega ni se persigue porque quien de verdad quiere estar contigo, no te hará dudar de lo mucho que vales.
