A veces puede ser difícil sentir la emoción y calidez de las fiestas, no importa si las calles están llenas de decoraciones bonitas. A veces no tienes ese refugio en el cual puedes estar cómoda y segura porque a tu alrededor hay personas que han vuelto las fechas un caos absoluto.
PUBLICIDAD
Las fiestas navideñas son para disfrutar y estar en familia sin embargo, para algunas personas se convierten en una verdadera pesadilla.
De hecho, expertos han señalado que éstas pueden sacar lo peor de las personas porque es la temporada más estresante del año entre la entrega de regalos, las visitas obligatorias y estar en presencia de familiares y amigos con los que estamos en conflicto o distanciados. Si te identificas con esta pesadez, esto puede ayudarte a sobrevivir la noche.
Ajusta tus expectativas
Aunque las películas navideñas nos crean la idea de que las fiestas siempre deben ser acogedoras donde todos se ríen y se llevan bien, puede ser útil dejar esas expectativas tan fantásticas que sabes que sólo te llevarán a decepciones. No hay necesidad de ejercer presión adicional sobre ti misma o los miembros de tu familia para encajar en esos estereotipos. No es que dejes de desear que pasen cosas maravillosas, simplemente es ajustar tus expectativas a algo más neutral.
No intentes cambiar a nadie
Esto va de la mano con el punto anterior. Seguro desearías que muchas actitudes sean diferentes pero recuerda que no es tu trabajo cambiar a tu familia. No es ser pesimistas pero las personas no cambian y si lo hacen, es por deseo y trabajo propio. Si dejas de esperar a que cambien, será más fácil mantener tu bienestar mental. Respira profundamente y concéntrate en ti y en las pequeñas cosas que sí puedes controlar.
Ten un plan de conversaciones neutrales
Si la toxicidad de su familia se desata de conversaciones difíciles, puede ser útil tener un plan de respaldo sobre los temas que se tocarán en la mesa. Puede ser útil plantear aquellos temas con los que te sientas más cómoda o que no sean demasiado controvertidos. En el momento en que alguien toque un tema complicado y se comiencen a calentar las cosas, desvía la conversación con preguntas. Quizá suena un poco sometedor decir que no hables de ciertas cosas, pero puedes ceder por la paz de todos sólo esta noche.
Recuérdate que eres fuerte y que nada ni nadie puede derrumbate
Recuerda que los demás tendrán poder sobre ti en cuanto tú lo permitas. No les des el poder de hacerte menos ni tampoco de someterte a lo que ellos consideran que debes ser. Aunque parezca cliché, antes de perder el control, respira profundo y repite afirmaciones como: “soy suficiente tal y como soy”, “Acepto y amo a la persona que soy y en quien me estoy convirtiendo”, “tengo habilidades y talentos que son totalmente únicos en mí.”