Es cierto que la amistad verdadera y sincera puede ser una de las mejores cosas que le pueda suceder a cualquier ser humano en el transcurrir de su corta o larga vida. Cuando hay un fracaso amoroso o laboral, cuando hay una pérdida familiar y por supuesto cuando hay una felicidad y logro, el primero que siempre estará a nuestro lado es ese amigo leal e inseparable.
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Sin embargo, como en cualquier relación la amistad también puede atravesar problemas, diferencias de criterios, ideas y hasta incluso, episodios de desgaste y celos. Es por ello que es de suma importancia saber atacar las posibles problemáticas que de no hacerlo pueden terminar con la historia entre los involucrados.
La especialista en psicología argentina, Marisa Franco, indica en una entrevista en el medio Tn, que al igual que como con la pareja, padres e hijos, es de total prioridad siempre expresar al otro los sentimientos que se sientan y no callar, a pesar de la posible pena, el cariño y amor que se tenga por el amigo.
4 consejos para fortalecer el vínculo
1. Siempre mantener la paciencia, sobre todo si hay algún tipo de diferencias. Por eso, es importante esperar que las cosas se enfríen ya que los impulsos no ayudan en los momentos de crisis.
2. No caer en la monotonía y tratar en la medida de lo posible actualizar lugares y actividades cuando se comparte.
3. Compartir objetivos. La clave está en buscar en esa amistad nuevos alicientes, metas que los hagan seguir juntos.
4. Brindar regalos emocionales. Estos son diferentes de los regalos materiales. Es tener detalles en forma de frases o momentos con ese amigo para que se sienta bien y conecte nuevamente con uno.
“La amistad es una elección por el momento que se está viviendo, y no debemos quedarnos atascados en amistades: debemos dejarlas evolucionar y que puedan conocer a otras nuevas. Es un proceso natural, vamos perdiendo los puntos en común, vamos madurando, vamos aprendiendo o necesitando aprender cosas nuevas y determinadas amistades del pasado nos hacen de ancla y no nos permiten ese avance que nuestra mente necesita”, explica al mismo medio citado el psicólogo Juvenal Ornelas.
