Todo un drama. La película Ruido llegó el pasado 11 de enero a Netflix para retratar el desgarrador dolor de miles de madres en México que aún cuenta con la esperanza de que sus hijos aún aparezcan. Julieta Egurrola le da vida a Julia, quien está tras la búsqueda implacable de su hija Gertrudis y hará hasta lo imposible para tener información acerca de su paradero.
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Esta historia está dirigida por la mexicana Natalia Beristáin y ella logró este trabajo gracias a las historias reales que a diario se viven en esta nación. Se adentró a este mundo con ayuda de las asociaciones civiles que se dedican a hallar a desaparecidos. Es real y sucede a diario.
Berstáin afirmó que crear este film le tomó 10 años, porque quería retratar una penosa realidad en todos los sentidos de la palabra. En una entrevista que replicó Spoiler Time, afirmó:
Este martes 17 de enero, Netflix afirmó que la cinta se convirtió en la película global de habla no inglesa número 1 dentro de la plataforma de streaming entre el 9 y el 15 de enero, tras lograr 7,18 millones de horas vistas durante su debut. “Una película dura, pero necesaria. Así es Ruido, de Natalia Beristain, cuyo retrato de la difícil realidad que vivimos. (...) Ya es hora”, señaló la compañía.
“Me parece que necesitamos entender que cuando hablamos de cifras de desaparecidos y desaparecidas, estamos hablando de historias de vida, familias rotas y dolores innombrables. La única forma que tengo para hablar de eso es a través del cine”, señaló la directora.
El apoyo a estas familias a través de su trabajo ha sido tan importante por visibilizar la problemática, que dos madres que pertenecen a estos grupos, acudieron a la presentación de la película en Morelia
Qué pasó con Julia y su hija Ger al final
Julia, quien es artista plástico, lleva nueve meses buscado a Gertrudis, a quien llama cariñosamente “Ger”. Ella salió a festejar su graduación, pero jamás regresó. Desde el primer día, la madre alerta a las autoridades de su desaparición. Llegó el momento de reconocer un cadáver, pero es interrogada para terminar de llenar el expediente de su hija, incompetencia que la enfurece.
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Consigue en una periodista (Abril Escbedo) una guía, pues ella le presenta a una abogada (Cassandra) experta en estos temas. Julia sufre al ver cómo los funcionarios quieren empañar la imagen de “Ger”, tras mostrarle un video en el que hace el ademán de inhalar cocaína.
“Ger” se topó con personas con turbias intensiones, por lo que es muy probable que haya sido asesinada y hallan desaparecido su cadáver para no dejar ningún rastro del posible homicidio.
La lucha de Julia por hallar viva o muerta a su hija despierta la ira de mafiosos, quienes, con sus tentáculos dentro de la policía, secuestran a Abril que estaba con ella y la desaparecen. Tras protestas en las afueras de una comisaría, Julia es atacada en la cabeza por un funcionario.
En la escena final ella despierta y ve que una joven con el rostro cubierto la ayuda, por lo que al creer que es su hija la sigue, la joven voltea y se trata de Gertrudis, por lo que se entiende que después de tantos meses de angustia, ambas logran reencontrarse, pero en otro plano que no es el terrenal.
