La animadora Karen Doggenweiler estuvo a punto de irse a trabajar a México. Así lo desclasificó durante la mañana en un despacho desde la Región de Los Lagos para el matinal “Mucho Gusto” de Mega, casa televisiva donde optó por continuar su carrera televisiva.
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Todo partió cuando su compañero de programa, José Antonio Neme, le preguntó sin roderos si eran eran ciertos los rumores de que habría tenido conversaciones avanzadas con los ejecutivos de TV Azteca para convertirse en la conductora de su matinal.
“Eso es efectivo. Hace un tiempo, estuve en conversaciones con ejecutivos de TV Azteca”, confesó.
Sin embargo, explicó por qué razón prefirió quedarse en la señal de Vicuña Mackenna, donde llegó en finales del 2022, asegurando que prefirió estar cerca de sus seres queridos, más que de los dólares.
“Mira: ni Rafaeles Araneda ni nada, Jose, porque caí en tus brazos”, le respondió en su espontáneo estilo.
“Implicaba un cambio muy grande. Ya estaba casada. Era partir de Chile, irse a vivir al DF (…) A los chilenos nos pesa el tema de la familia. Está mi mamá. Decidí quedarme y creo que no me equivoqué”.
Además, previamente había explicado cuál era la idea de los aztecas.
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“Ellos tenían el concepto, cuando hacen los matinales, de tener a alguien mexicana, pero siempre había la posibilidad para que llegara alguien, como dirían ellos, de un país más frío. Tiene que ser argentina o chilena”.
Mojado despacho
Fue mientras hacía un recorrido por Frutillar que Karen sorprendió en su despacho televisivo, al quitarse la ropa y sumergirse en traje de baño al jacuzzi de un hotel local.
Después de conversar con los dueños de las instalaciones veraniegas, la periodista realizó un tour por las dependencias, describió las actividades que pueden hacer los turistas y, al ver la bañera, se entusiasmó: “Se me hace agua la espalda”, admitió.