La comediante y actriz, Renata Bravo, fue la invitada en el último programa de Pamela Díaz, “Terrazas Stones”. En ese espacio se rieron a pata suelta y recordaron una chistosa anécdota que le pasó a la comediante mientras estaba pinchando con un gerente de la Radio Iberoamericana.
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“En la noche anterior, habíamos estado en la despedida de un compañero que trabajaba en la Radio Pudahuel, estábamos en la mesa larga de un bar, y se sienta al lado un gerente de márketing, que era guapísimo y estuvimos hablando toda la noche”, partió Bravo.
La comediante señaló que ella siempre piensa que la gente está detrás de ella, “estuve todo el rato hablando con el gerente, me encantó el gallo y al otro día amanecí enamorada”, bromeó la actriz.
El olor matapasiones
Ella fue a trabajar, y estuvo de las 13 a 16 horas hablando en la radio, mientras estaba hinchada. La comediante señaló que la operaron dos veces de las úlceras y el doctor le aconsejó que no se aguantara los gases, ya que puede perder una tripa, y perforar una úlcera.
Una vez que terminó el programa, bajó rápidamente a su auto, “aguantándome el peo cuatro horas, me subo a mi auto en pleno invierno con las ventanas arriba y pufff”, contó mientras actuaba su posición de relajo. “Estaba tan esperado que hasta le hice un bautizo, ‘bienvenido’”, tiró en talla.
Renata contó que no bajó las ventanas y encendió el auto preparándose para salir, salió del estacionamiento y se encontró con el gerente con el que supuestamente había pinchado la noche anterior. El hombre en cuestión le pidió que bajara el vidrio para saludarla, pero tenía todo el auto con olor y no se le ocurría qué hacer.
“Bajé el vidrio, estúpida y el tipo metió el cuerpo”, contó la actriz quien simuló la escena, ejemplificando como él avanzó hacia ella desde la ventana para darle un abrazo. Bravo afirmó que puso una cara de asco y se fue al tiro, “se lo comió, yo creo que salió hablando como con helio”, bromeó. “Te juro que lo volví a ver un millón de veces después y jamás me habló el hombre”, terminó.
