Bien lo dice la canción Caballo viejo, de Simón Díaz: “Quererse no tiene horario, ni fecha en el calendario cuando las ganas se juntan”, y esto lo certificó el actor de Hollywood, Richard Gere, quien pensó que pasaría los últimos días de su vida en la soledad de la soltería, pero el destino le brindó una grata sorpresa a sus 65 años: conoció al amor verdadero, Alejandra Silva, de 31 años.
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El flechazo de Cupido fue instantáneo en la pareja, pese a que los separan 33 años. Positano, en Italia, fue el escenario para que iniciaran un gran romance que terminó en boda, con el que sellaron que su amor será para siempre. El actor se hospedó en el hotel que gestionaba Alejandra. La química fue inmediata. Los unía el proceso de divorcio que ambos lidiaban, ella en España y él en Estados Unidos.
Gere quedó enamorado por el corazón altruista y filántropo de la europea, pues ella busca erradicar la falta de casas en su España a través de una fundación. Ella adoró el romanticismo del actor, quien le enviaba flores para cortejarla. Fueron cuatro años de noviazgo.
En 2018, en una boda sencilla e íntima, juraron estar unidos en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe. Y así ha sido, pues la semana pasada, se llevaron el susto de sus vidas durante las vacaciones en México, ya que Gere, de ahora 73 años, tuvo que ser hospitalizado por una neumonía.
Alejandra, de 40 años, también estuvo enferma, pero este lunes 20 de febrero anunció que están recuperándose: “Richard se siente mucho mejor, todos nos sentimos mucho mejor, casi de vuelta a la normalidad”.
La pareja vive en una eterna luna de miel, pues la española detalló que el artista le canta a diario, además, comparten actividades juntos, que los vinculan aún más. Según Vanity Fair, a ella le fascina cocinar con vegetales y complacerlo, pues él es vegetariano. Ellos practican juntos yoga y meditación.
Ambos tienen un hijo cada uno de sus relaciones pasadas, pero de su amor, nacieron dos saludables niños, que ahora son criados en una mansión tranquila en Connecticut, Estados Unidos, alejados del mundo artístico de Richard. Él la ha acompañado a sus actos benéficos, como cuando recibió un galardón por parte de la Fundación Starlite, en España, por su activismo.
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“Estoy tan orgulloso de ella. (...) Ha hecho un trabajo maravilloso. (...) Es una persona muy humilde y ni siquiera quería aceptar el premio, que es para la gente a la que ayuda. (...) Yo solo soy un marido aquí”, expresó el protagonista de Mujer Bonita.
La mujer también demuestra todo su idilio: “Siento que estoy en un verdadero cuento de hadas. Sin duda, siento que soy la mujer más afortunada del mundo... ¿Qué podría ser más romántico que un hombre que te escribe canciones todos los días?”.
Richard Gere demostró que nunca se es viejo para seguir creyendo que se puede amar y florecer de nuevo.