Bad Bunny pasa por el mejor momento de su carrera artística, mucho éxito, fama y amor. Pero en los últimos días se ha empañado por una noticia sobre una relación en el pasado. La abogada Carliz de la Cruz Hernández, decidió tomar acciones legales contra su expareja por casi cinco años, en la que solicita una compensación mínima de 40 millones de dólares por utilizar su voz sin autorización.
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Al parecer, hay un uso indebido del estribillo Bad Bunny baby, y que aparece en las canciones Pa’ ti y Dos mil.
También en la demanda aparece un apartado por derechos de imagen, derechos morales de autor y daños y perjuicios, sometida el 1 de marzo en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Puerto Rico, donde se solicita una millonaria compensación.
Licenciada en derecho desde 2021, y quien tuvo una relación de noviazgo con el artista desde 2011 a 2016, momento en que Benito solo tenía sueños de convertirse en una estrella de la música.
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Entre junio y diciembre la demandante alega que Bad Bunny se presentó en Puerto Rico, Estados Unidos y República Dominicana, donde comenzaba los conciertos con la voz de la abogada repitiendo la frase “Bad Bunny baby”, junto con una pista de fondo.
Los demandados en este caso incluyen, no solo al Conejo Malo, sino también a Rimas Entertainment, LLC.; Noah Assad Byrne (manejador del artista); Rimas Classics, LLC.; y Noah Assad LLC., entre otras compañías y personas que no fueron identificadas en el documento entregado al tribunal.
Historia de amor
La joven que le robó el corazón al Conejo Malo y que a día de hoy sigue inspirando para sus canciones es la abogada e influencer es Carliz de la Cruz Hernández . Temas tan icónicos como Otra noche en Miami, No me conoce o Mía, en las que haría referencia a la joven con la que estuvo durante su adolescencia.
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La musa es una joven puertorriqueña que mantuvo una larga relación con Benito antes de que este alcanzará la fama internacional.
Según señalan, los dos tuvieron un romance durante su adolescencia. Incluso ambos trabajaron juntos en un supermercado, en el que Bad Bunny era dependiente antes de ser la estrella del latin trap de hoy en día.