La teleserie “Juego de ilusiones” ya entra en la fase final de su enrevesada trama, y en ella, el futuro de su protagonista, Mariana Nazir, parece llegar a un inevitable y decidor desenlace luego del adelanto que este miércoles se mostró en las pantallas de Mega.
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Y es que luego de entrar en un colapso nervioso tras conocer que su fallecido padre mantuvo el cuerpo embalsamado de su madre -Trinidad- en la misma habitación donde mantiene oculto a su esposo, Julián Mardones (Julio Milostich), Irene San Juan (Loreto Valenzuela) fue donde el sastre Mario Jiménez (Patricio Achurra) para asegurarle que la dueña del stripcenter era su hija gracias al resultado de un supuesto examen de ADN que mandó a realizar con un cabello de cada uno de los personajes.
Decidoras revelaciones en ficción de Mega
Esa revelación fue la que se tomó el final del episodio de este miércoles, con un emocionado Mario y una sorprendida Mariana, quien llegó inesperadamente al local del sastre luego que este le pidiera a Irene mantener el secreto.
Sin embargo, tamaña confesión no será la revelación más contundente del próximo episodio, ya que en el adelanto de dos minutos que mostró el canal privado el detective Abascal (Felipe Contreras) dará el primer paso concreto en su investigación para develar el misterio de la desaparición de Julián.
“Lo que sí está claro es que tu papá no manipuló la cámara (...) no hay huellas suyas, pero sí las de otros involucrados. Las huellas que más resaltan son las de tu mamá y las tuyas, Sofía”, revelará Ignacio a la hija mayor de Mariana (Madgalena Müller), quien no dará crédito a la posibilidad que su madre sea la única culpable en la desaparición de su padre.
“Ahora que sabemos que el video se grabó con esa cámara, da para sospechar, no”, señalará Abascal, quien sin mucho más que investigar irá tras Mariana para conseguir su confesión.
Impactante hallazgo de Julián en el avance de “Juego de Ilusiones” genera ola de teorías
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Una situación que se encontrará con la férrea oposición de Irene, quien luego de dejar a Mario con la idea que Mariana es su hija, irá a su oficina en el stripcenter para amenazarlo de no seguir persiguiendo a la esposa de Julián.
“¡Afuera! ¡Que te hay (sic) creído tú, oye! ¡Sal de mi local y deja tranquila a la Mariana!”, le dirá Irene al detective, quien sin imaginarlo podría estar defendiendo a su supuesta hija entregada en adopción cuando trabajaba en un prostíbulo en el norte.
“Yo sé que a mí no me engañaron como lo hizo la Trinidad contigo, que yo entregué a mi güagüita, pero en este momento te juro que yo daría mi vida por reencontrarla, aunque sea para mirarla de lejos”, confesará Irene a Mario, quien resignado no sabrá si contarle la verdad respecto del paradero de su hija.