Shakira y Piqué son cuestión del pasado como pareja, después que a mediados de 2022 se diera a conocer la presunta infidelidad del deportista con Clara Chía, una joven 22 años menor que la barranquillera, que actualmente es su novia.
PUBLICIDAD
Las canciones de la artista, las indirectas en redes sociales, sus declaraciones en algunas entrevistas, los rumores... Todo habla de una gran herida que le dejó esta separación, que lamentablemente se vio venir para alguno de sus fans más atentos.
Y es que a lo largo del tiempo, Piqué mostró algunas señales que presumen todos los hombres infieles.
Hay que tener en cuenta en nuestras relaciones estas red flags para evitar quedar con el corazón roto como Shakira.
Ya tenía historial
“El que la hace una vez, lo repite dos y tres veces”. Esa no es una frase que nació de la nada. Realmente si una persona fue infiel, pero no hizo terapia o buscó ayuda, es probable que esos problemas no resueltos vuelvan a afectar y caiga en tentación de nuevo. Se especula que el jugador del Barcelona engañó a su ex, Núria Thomas, con la colombiana.
Falta de empatía y ego
En su vida laboral y social, Piqué enfrentó críticas por ser muy provocador ante los medios de comunicación, rivales deportivos o conocidos, lo que le hizo ganarse el odio de muchos en el sector del fútbol. Ahora, con esta situación, se nota que el exdeportista no siente culpa pues nunca dejó de mostrarse de la mano de Clara Chía pese al dolor de su ex e hijos.
Desinterés
En los últimos años de la relación, dejamos de ver tan frecuentemente a Shakira y Piqué en apariciones públicas como pareja o gestos románticos de él hacia ella. De hecho, hasta en el Super Bowl 2020 ella fue sin su compañía y ni siquiera le dedicó un mensaje en sus redes sociales, probando un distanciamiento. La última foto de él con la intérprete de Waka Waka en redes, fue un año antes de la ruptura: 2021.
Vida aparte
Es más que evidente que algo no marcha bien cuando el otro tiene una vida paralela en la que no nos involucra. En el caso de Piqué, siempre fue bien sabido que era amante de las fiestas nocturnas, ir a discotecas, asistir a eventos de póker y organizar celebraciones privadas, donde abundó el secretismo. Una persona realmente comprometida, se aleja de estas circunstancias.