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La relación de Kate Middleton con Meghan Markle parece no tener arreglo y es que la tensión entre ambas se sintió desde la llegada de la exactriz a la familia real y tras el acoso mediático se vio acentuada, al punto de quedar totalmente destruida la relación del príncipe William y el príncipe Harry.
Aunque ellas lograban disimular muy bien en los eventos a los que asistían cuando Meghan formaba parte de la monarquía, lo cierto es que en la intimidad tenían fuertes encontronazos y ha sido la exduquesa de Sussex quien asegura que la princesa de Gales la hizo llorar el día de su boda.
Según menciona Middleton no estaba de acuerdo con los vestidos que usarían las niñas que la acompañarían, entre ellas Charlotte, su hija. Pese a que relata que ella se disculpó, la relación no volvió a ser la misma.
Los signos zodiacales de Kate Middleton y Meghan Markle
Los encontronazos entre ambas se reflejan en la incompatibilidad de sus signos. De un lado se encuentra Kate quien nació el 9 de enero de 1982, bajo el signo Capricornio con ascendencia en Aries.
La futura Reina del Reino Unido representa de la mejor manera a su signo al ser seria, trabajadora, reservada, tradicionalista, ambiciosa y una líder innata.
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Ella sabe como controlar situaciones incómodas, pero también es una persona inhibida que le dificulta hacer amigos y relacionarse socialmente.
Por su parte, Meghan nació el 4 de agosto bajo el signo de Leo. Aunque estos son muy sociables y afectuosos, las personas de leo tienen una tendencia al dominio, a la manipulación y a la arrogancia, por lo que les cuesta pasar desapercibidos. Es por ello que la acusan de ser quien domina a Harry y quien la obligó a alejarse de su familia al no tener el mayor protagonismo.
La compatibilidad entre ambos signos no suele ser la más idónea al tener fuertes encontronazos. Leo es calidez y entusiasmo, mientras que Capricornio es timidez y seriedad, por lo que suele ser difícil entre ambos llegar a un acuerdo.
Además, al ser ambas líderes desean tomar el control de las riendas, lo cual fue un elemento clave en la relación de Kate y Meghan, quienes quedaron atrapadas en una lucha de poder y con ella separaron a los hijos del Rey Carlos III y la princesa Diana.
