Un joven de nacionalidad asiática perdió su mano derecha en un accidente laboral a causa de la mala manipulación de una máquina. Ante esto, el joven se quedó ‘de piedra’ mientras su amigo fue el que reaccionó llevándolo al médico con tal de que pueda recuperar su mano. Al llegar al hospital general, los médicos no sabían que procedimiento tomar y tomaron la decisión de injertar la mano en el tobillo derecho con tal de que la extremidad pueda seguir recibiendo sangre.
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Esta apresurada decisión salvaría la mano del joven el cual tuvo que cumplir unos meses más en el hospital con tal de recuperar la movilidad total de su mano. “Su lesión era grave. Además de las rasgaduras, su brazo quedó aplanado”, le dijeron a la agencia Rex Features. “Tuvimos que limpiar y tratar sus lesiones antes de realizar la cirugía de reimplante”.
En otras partes del mundo como Inglaterra, el doctor Cairian Healy del Colegio Real de Cirujanos, trató de explicar que si bien el procedimiento que le practicaron a Wei era raro, no es inconcebible. “Y el concepto de salvar una parte del cuerpo que ha sido amputada injertándola en otro lugar del cuerpo, para que tenga suministro de sangre, es bien reconocido”.
No obstante, Healy señaló que el tobillo es una zona muy complicada para injertar. “Normalmente los cirujanos eligen las axilas porque el suministro de sangre es mejor, es posible que el paciente no esté lo suficientemente fuerte para la operación”, ya que un procedimiento de esta índole puede llevar a un cirujano experimentado entre un promedio de ocho y 15 horas con tal de poder salvar la mano.
Los expertos indicaron en que lo más importante en estos casos es mantener con vida la mano de cualquier manera, ya sea en la axila o en la pierna. Esto se debe a que la mano dispone de muchas conexiones nerviosas las cuales si pasan mucho tiempo sin sangre pueden morir y ya no permitirían la reimplantación.
