El príncipe Andrés se convirtió en la oveja negra de la realeza británica luego de ser acusado de abuso sexual por Virginia Giuffre, quien fue víctima de la red de tráfico de menores que lideraban Jeffrey Epstein y la socialité británica Ghislaine Maxwell.
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El hermano del Rey Carlos tuvo una amistad bastante cercana al magnate por lo que Giuffre lo menciona como parte de los hombres a los que la ofrecían para complacer sus fetiches sexuales.
Antes de fallecer la reina Isabel II decidió quitarle todos sus títulos militares, lo que empañó aun más su imagen y actualmente lucha por no ser sacado de la mansión en la que vive, pues se encuentra en remodelaciones y teme que el monarca lo termine de sacar de una vez por todas.
Los fetiches sexuales del príncipe Andrés que indignan a la realeza
Virginia Giuffre acusó al duque de York de haberla agredido sexualmente en tres ocasiones cuando ella tenía 17 años, acusaciones que él ha negado insistentemente.
Ella fue la que arrojó uno de los fetiches de Andrés al asegurar que le encantaba lamer sus pies.
“No fue fácil hacer frente a los deseos sexuales de todos esos hombres, el príncipe entre ellos. Le encantaban mis pies e incluso me lamía entre los dedos”, escribió en un testimonio que tituló El club de multimillonarios playboys.
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Por si fuera poco, Giuffre también sostuvo que junto con otra joven empleada por Epstein, fue víctima de abusos sexuales por parte del duque en el domicilio del magnate, en Nueva York. Este habría manoseado el cuerpo de las dos jóvenes con un muñeco el cual es un gran oso de peluche que acompañaba a Andrés y a su exesposa, Sarah Ferguson, en el carruaje que les llevó entre la iglesia y el palacio, el día de su boda.
Un reportaje del canal británico ITV asegura que el hijo de la fallecida Reina Isabel II exige a las sirvientas del Palacio de Buckingham, cuando se aloja en la residencia oficial, que ordenen los peluches en su cama de una manera específica, y les grita si detecta que alguno de sus ositos no está en la posición adecuada.
El miembro real ha negado las acusaciones que han hecho en su contra y en 2022 logró llegar a un acuerdo con Virginia al hacerle una cuantiosa donación a su organización benéfica con la que lucha por ayudar a mujeres que han sufrido abusos sexuales al igual que ella.
