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Gino Costa sorprendió a Pamela Díaz con “lugar más raro” donde hizo el amor: “No me aguanté”

El periodista de TVN reveló su técnica para mantener encendida la llama de la pasión.

El periodista de TVN Gino Costa desclasificó una apasionada noche de pasión que tuvo en las afueras de una fuente de soda en sus años mozos, producto de los efectos de la bebida y la hormonal juventud.
Fue en conversación con Pamela Díaz, en su programa de Youtube “Sin editar”, donde confesó que cobijado por el toldo de un local de comida se entregó al amor y dio rienda suelta a los deseos de su cuerpo. 
“”Lugar más raro donde hiciste el amor?”, le consultó La Fiera, en su espacio de preguntas y respuestas rápidas, relacionadas con la vida diaria, más alejadas de la farándula. 
Fue ahí que el exanimador de “Buenos días a todos” soltó la copucha sin pensarlo dos veces, quizás, más rápido de lo que hubiese querido. Todo, producto de la espontaneidad y confianza que le inspiró la entrevistadora. 
“En la calle”, reveló de una y sin ninguna vergüenza, puesto que fue de noche, bajo el toldo de una fuente de soda. 
“No me aguanté a llegar a la casa. Igual entretenido, mantiene viva la llama”, sentenció, todo en tono de broma y distención.
Gino Costa y Pamela

El periodista de TVN Gino Costa desclasificó cuál fue el lugar más raro donde hizo el amor, confesando que tuvo una apasionada noche de pasión, bajo las estrellas, en plena vía pública.

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Fue en conversación con Pamela Díaz, en su programa de Youtube “Sin editar”, donde confesó que tuvo sexo en las afueras de una fuente de soda, lugar donde se entregó a las llamas del amor y dio rienda suelta a los deseos de su cuerpo.

Gino Costa y apasionada noche en la calle

”Lugar más raro donde hiciste el amor?”, le consultó La Fiera, en su programa de preguntas y respuestas rápidas, relacionadas con la vida diaria.

Fue ahí que el exanimador de “Buenos días a todos” soltó la copucha sin pelos en la lengua, sorprendiendo a la animadora con su espontánea respuesta.

“En la calle”, reveló de una y sin ninguna vergüenza, contando que fue de noche, bajo el toldo de una fuente de soda, y sin ningún riesgo a ser descubierto ni paparazzeado. Puesto que al ser moreno se camuflaba en la oscuridad.

Por lo tanto, se sentía en total intimidad, como en el cuarto de un hotel, pero en una cuneta.

“No me aguanté a llegar a la casa. Igual entretenido, mantiene viva la llama”, sentenció divertido y relajado.

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