A pesar de que ya no es un adolescente, Robbie Williams sigue caracterizándose por entregarse el 100 por ciento de sus condiciones físicas en cada una de sus presentaciones para deleitar a sus seguidores, sin embargo, en una de sus ultimas actuaciones su estado de salud le jugó una mala pasada.
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El intérprete de 49 años se vio en la obligación de detener un concierto por presentar serios problemas en su voz a raíz de una afección respiratoria que viene afrontando meses atrás debido a una importante secuela generada por el COVID-19.
Secuela de la pandemia
Robbie Williams intentó a toda costa poder terminar su presentación en el festival Pinkpop, en los Países Bajos, debido a sentirse exhausto por las secuelas pandémicas que a pesar de haberlo sufrido casi tres años atrás, todavía presenta en la actualidad constantes episodios de ahogamiento.
Con algunas canciones ejecutadas con mucho esfuerzo, el artista no pudo seguir con su espectáculo por presentar un episodio muy parecido al asma. En un momento de la presentación, Robbie miró a su banda y les pidió que dejaran de tocar y contó a los espectadores lo que le pasaba: “No, paren, paren. Estoy mal. Es un COVID largo, tengo COVID persistente. Estoy complicado. No es mi maldita e-dad”.
Esta no es la primera vez que el ex Take That se ve en la obligación de suspender una actuación por problemas respiratorios, ya que meses atrás detuvo su show en Berlín por unos pocos minutos para luego repetir la misma frase.
Cabe destacar que Williams padeció dos veces de la enfermedad: en abril de 2020, cuando estaba en su casa en Los Ángeles, y en enero de 2021, mientras estaba de vacaciones en la isla caribeña de St Barts con su esposa Ayda y sus cuatro hijos, así lo detalló el diario británico, Daily Mail.