El príncipe William y Kate Middleton se conocieron durante su época de estudiantes en la Universidad de St. Andrews, Reino Unido, al inicio de los 2000 y aunque durante los primeros años establecieron una linda amistad fue un particular momento el que llevó a que el heredero al trono se fijara en aquella joven esbelta.
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Lo ahora futuros reyes de Inglaterra han forjado una familia luego de haber llegado al altar el 29 de abril de 2011 y darle la bienvenida a sus hijos: el príncipe George, Charlotte y Louis.
Fue durante un evento de moda llevado a cabo en su universidad cuando surgió el flechazo del príncipe William por Kate cuando apareció desfilando en traje de baño con un vestido transparente, pues el guardarropa de la princesa no solía ser tan elegante y recatado como lo es ahora.
El vestido de Kate Middleton con el que conquistó al príncipe William
Aquella noche que pautó el inicio de su noviazgo, Middleton desfiló uno de los diseños creados por Charlotte Todd, que consistía en un vestido transparente y debajo sólo tenía ropa interior.
Su melena lució totalmente ondulada con unas mechas blancas y pese a que se trataba de un look poco agraciado y diferente a las prendas elegantes con las que ahora suele aparecer, William quedó impactado.
La prenda se volvió viral rápidamente y su costo apenas alcanzaba los 40 dólares. El príncipe pagó 275 dólares para obtener un asiento de primera fila en el desfile anual de modas de caridad No Camines el 27 de marzo de 2002.
“Wow Fergus, Kate es sexy”, le habría susurrado a un amigo.
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Aunque la pareja comenzó a salir en 2002, en 2007 debieron separarse ya que el nieto de la reina Isabel II entró a una carrera militar, pero meses más tarde volvieron a juntarse.
“Cuando la conocí, enseguida supe que había muy algo especial en ella”, confesó por el hijo de Lady Di en la entrevista que la pareja concedió cuando anunciaron su compromiso.
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Actualmente, son una de las parejas más elogiadas, pese a la ola de habladurías que han enfrentado por la presunta infidelidad de William con Rose Hanbury.
Pese a ello, Kate se ha mantenido como toda una digna futura reina, al punto de incluso haber logrado más popularidad que su esposo y que los mismísimos reyes actuales, Carlos III y Camila Parker.
