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La actriz de Smallville, Allison Mack, fue liberada tras cumplir condena por tráfico sexual

La alemana-americana pagó condena desde el pasado 2019.

Allison Mack Lucas Jackson/Reuters

La actriz Allison Mack, fue liberada este lunes 3 de julio, tras cumplir una condena de tres años en la prisión federal de Dublin, California, así lo confirmó en las últimas horas la Oficina de Prisiones de los Estados Unidos.

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La alemana de 40 años, estuvo detenida desde el pasado 20 de abril del 2019 por estar vinculada con la secta NXIVM. Luego de averiguaciones correspondiente, fue declarada culpable de tráfico sexual por obligar a mujeres a realizar trabajos forzados si su debido consentimiento.

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Mack se hizo conocida en el mundo artístico hollywoodense gracias a su participación en la serie Smallville, historia basada en Clark Kent en sus años previos antes de convertirse en el famoso super héroe, Superman. Durante diez temporadas y desde sus 18 años, interpretó a Chloe Sullivan, una de las mejores amigas del protagonista principal.

La actriz Allison Mack (al centro) parte después de una audiencia en una corte federal en Brooklyn, el viernes 4 de mayo de 2018, en Nueva York. AP

Detalles de la condena

La noticia de la liberación generó en distintas redes sociales muchos cuestionamientos, al considerarse que la condena fue demasiada corta teniendo en cuenta la gravedad de los delitos de los que se declaró culpable. En el momento del juicio se especuló que podía pagar hasta 20 años, sin embargo, la actriz fue reconocida por las autoridades por cooperar en el juicio contra el líder del culto, Keith Reniere.

El pago de tan sólo tres años de cárcel se generó también al aceptar frente al estrado que buscó mujeres vulnerables con la excusa de que podrían desarrollar empoderamiento, así también, hacerlas adelgazar hasta que cumplieran con el ideal sexual de Raniere y amenazarlas con liberar información comprometedora como fotos y videos si decían algo o intentaban abandonar la organización.

Mack ayudó a los fiscales a obtener evidencia que demostraba que Raniere creó una sociedad secreta que incluía a mujeres adoctrinadas a las que marcó con sus iniciales y las obligó a tener relaciones sexuales con él. Gracias a su testimonio y al de otras mujeres arrepentidas que también captaban víctimas, la fiscalía consiguió que el fundador de la secta fuera sentenciado en 2019 a 120 años de prisión.

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