“El ingreso de Sebastián Ramírez tiene el objetivo de marcar un antes y un después en la historia del programa”, señala Francisco Halzinki, el denominado experto en reality, respecto de la reciente incorporación a “Gran Hermano”.
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A su juicio, “la misión principal con la que él entra es darle más ritmo a la convivencia, protagonizando momentos álgidos y otros de humor”.
Tras días de rumores, se hizo efectiva la llegada de un hombre que posee cinco encierros televisivos en el cuerpo. Y si bien parecía un poco incómodo al principio, rápidamente asumió su juego. Este, para Halzinki, “le queda bastante bien, gracias también a Constanza, su única alidada”, opina el especialista en conversación con Página 7.
“Sebastián hizo un trabajo minucioso, analizó a cada participante, se dio el trabajo de conversar al menos 10 minutos con cada persona o grupo, pero esto pasó porque él lo hizo y no porque los demás participantes se le acercaran en primera instancia como buenos anfitriones”, enfatizó el ex panelista de “Me Late”.
Esto se debería a que los otros chicos del encierro ven a este recién llegado como una “amenaza”.
“En la transmisión de Pluto TV, lo he visto en varias ocasiones deambulando por la casa, muy ansioso, buscando qué hacer, pero me llamó mucho la atención una escena donde entró a una de las piezas, y vio a siete personas durmiendo”, indica Francisco.
Ramírez quedó de pie mirándolos fijo. “Movió la cabeza, respiró profundo y se fue, diciendo ‘no entiendo cómo duermen todo el día’”, subrayó.
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“Es ahí donde lo veo muy inquieto, con la intención de querer hacer muchas cosas dentro de la casa, las cuales generen situaciones que aporten en contenido, pero se ve un poco imposibilitado porque los demás participantes no cuentan con la experiencia y ritmo que él tiene dentro de un reality show, para así acoplarse a ese juego”, explica Halzinki.
Otro ejemplo que remarcó el especialista es que “Sebastián brilló sacando la personalidad que conocemos, al discutir con la casa sobre el presupuesto semanal para hacer la compra en el supermercado”.
Sebastián planteó tendiente a optimizar los gastos, en vez de comprar tanta azúcar, que los deja cansados y durmiendo todo el día. “Necesitamos energía, no dormir”, fueron sus reparos.
“Los demás cuestionaron su opinión y respondieron que él llevaba recién cuatro días, por lo que Sebastián respondió que sabe lo que es pasar hambre en un reality… Eso realmente me pareció perfecto. Se necesitaba una voz dentro de la casa que cuestionara al resto, dándoles un remezón que los sacara de su zona de confort”, opinó.
Por último, el experto hizo mención de que “Sebastián tiene un máster en encierros, por lo cual espero que su estancia en Gran Hermano sirva como ejemplo para esta nueva generación de chicos reality”.
Dando, por parte de Sebastián, la posibilidad de “mover ciertos hilos que permitan mantener la casa más activa”.
“Lo importante es que no se tomen la convivencia como algo personal y sean capaces de jugar en esta realidad paralela, para así potenciar los roles que cada uno de ellos cumple en la casa”, sentenció.