Desde que se conoció que ‘Sound of Freedom’ sería estrenada más de uno cuestionó gran parte de su contenido, sobre todo, porque muestra el lado más oscuro del trafico sexual de niños. Cosa que se cumplió en el caso de uno de los productores, Fabian Marta, acusado de secuestro de menores y grooming.
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Esto obedece a una realidad clara: es que detrás de ella solo hay un interés monetario, es decir, la intención de ganar dinero a través de una doble o falsa moral, pues sus creadores han sido señalados y hasta acusados de abuso infantil, así como líos legales que hasta ahora fueron descubiertos por unos influencers que analizan en su podcast llamado Historia Histérica todos los detalles de cada producción.
Aquí ellos exponen cómo Timothy Ballard, de quien se habla en la película, es un reconocido activista y creador de las organizaciones sin fines de lucro ‘Operation Underground Railroad’ y ‘The Nazarene Fund’ que solo buscan acabar con la trata de niños en el mundo, pero que suele realmente usar para recabar fondos que no son realmente destinados a su labor social.
‘Sound of Freedom’ recibe duras críticas y se genera polémica tras conocer pasado de sus realizadores
Incluso, se ha llegado a mencionar que Tim Ballard ha sido acusado de malversación de fondos, pues el dinero recaudado a través de sus actividades en pro de la defensa del tráfico de niños nunca llega a su destino original.
Por si fuera poco, esta historia “basada en hechos reales”, muestra a su protagonista como el héroe o salvador de la sociedad, pero la realidad es que él nunca ha realizado nada positivo. Y esto se descubrió luego del famoso Case Liliana en el que Ballard se adjudicó gran parte de la victoria de esta operación sin tener participación activa en ello.
Pero lo más abominable es que dentro de la organización que lidera se encuentran en sus bases personalidades que han sido acusadas de abuso, violencia e incluso que negociaron con Jeffrey Edward Epstein, famoso magnate, pederasta y depredador sexual estadounidense que fue duramente condenado por estar detrás de una red de tráfico de menores en el mundo.
Hasta ahora solo quien se ha “salvado” de esta producción ha sido el actor Eduardo Verastegui (igual totalmente ultraconservador y antiderechos) quien no posee un pasado “engorroso”, pero sí sus otros compañeros como Rabbi Yehuda Meshi, sobre quien reposan acusaciones de abuso infantil.
Con ello, los influencers que “destaparon” esta polémica aseguran que antes de ver una película siempre es bueno indagar sobre sus realizadores, pues ellos se ocultan tras su doble moral para ganar más dinero mientras la mayoría cree que están tratando de “salvar el mundo”.
