Sigue el escándalo generado por tres bailarinas que demandaron este martes 1 de agosto a Lizzo, por supuestamente ser obligarlas en el pasado mes de febrero en la popular “zona roja” de la ciudad de Ámsterdam, en los Países Bajos, a incurrir en comportamientos sexuales indecentes.
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Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez, pertenecieron al staff de talento que acompañó a la rapera estadounidense en su más reciente gira en Europa. Estas tres mujeres también acusaron a la coreógrafa Tanisha Scott y a la jefa de baile, Shirlene Quigley, quienes, según los abogados defensores, en todo momento fueron la mano derecha para permitir y obligar a que se realizaron los actos.
A menos de 48 años de las graves acusaciones, Lizzo se hizo presente en sus redes sociales para realizar un fuerte descargo y defender su postura en que el supuesto acoso sexual y ambiente de trabajo hostil es totalmente falso.
Respuesta por acusaciones
La artista de 35 años rompió y explicó en un extenso texto lo que, según ella, es la realidad. “Estos últimos días fueron desgarradoramente difíciles y abrumadoramente decepcionantes. Mi ética de trabajo, moral y respeto fueron cuestionados. Mi personaje ha sido criticado”, escribió en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.
“Por lo general, elijo no responder a las acusaciones falsas, pero son tan increíbles como suenan y demasiado escandalosas para no abordarlas. Estas historias sensacionalistas provienen de exempleados que ya han admitido públicamente, que les dijeron que su comportamiento en la gira fue inapropiado y poco profesional”, completó en el largo descargo.
Lizzo terminó su declaración diciendo que “no es la villana”. “No estoy aquí para que me miren como una víctima, pero también sé que no soy el villano que la gente y los medios me presentaron en estos últimos días. Soy muy abierta con mi sexualidad y expresándome, pero no puedo aceptar o permitir que la gente use esa apertura para hacerme ver como algo que no soy”.