Kate Middleton se ha encargado de seguir al pie de la letra el protocolo real para ser una digna futura reina consorte. Desde que inició su romance con el príncipe William la princesa de Gales ha callado todos y cada uno de los escándalos en los que se ha visto envuelta.
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Y es que la royal family decide ignorar las habladurías para mantener la imagen de perfección que están acostumbrados a mostrar, por lo que Kate ha sabido seguir al pie de la letras las indicaciones, a diferencia de otras royals como Lady Di, su hijo el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle.
El silencio ha sido el gran secreto de éxito para Kate, pero en algunas oportunidades no ha podido disimular su enojo en medio de sus compromisos como miembro real.
Kate Middleton y el momento en que volteó los ojos por ser regañada
Fue en 2014 cuando Kate Middleton visitó el Northside Center for Child Development en Harlem junto al príncipe William donde envolvió regalos de navidad para los niños de un centro infantil. En aquel entonces estaba embarazada de cinco meses de la princesa Charlotte.
En medio del encuentro, Kate dejó de envolver regalos mientras conversaba con algunos de los voluntarios sobre su trabajo, pero para su sorpresa fue regañada por haber tomado un descanso, lo que le causó gran impresión y no pudo disimular por lo que mostró un gesto de molestia al voltear sus ojos y ponerlos blancos.
Pese al momento incómodo ella intentó tomarse el regaño en forma de broma por lo que lanzó una risa y continuó con su trabajo.
Esta es de las pocas veces que Kate no ha podido disimular sus gestos, pues al tratarse de la duquesa de Cambrigde en aquel entonces, no consideró que le llamarán la atención por frenar.
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Sin embargo, ella es como cualquier humano que puede tomar con sorpresa o enojo algunos momentos y no ha sido la única de la monarquía británica que ha perdido la calma durante los compromisos reales y han mostrado sus verdaderos sentimientos.
La misma reina Isabel II llegó a mostrar sus posturas de enojos a lo largo de su mandato, al igual que el Rey Carlos III y los hijos de Middleton quienes como cualquier niño han sido captados haciendo berrinche.
