Dos mujeres icónicas de la farándula se reunieron para una entrevista, Pamela Díaz y Anita Alvarado. En “Sin Editar” hablaron de la vida, y la “Fiera” le consultó por un fuerte momento que la “Geisha” chilena relató en su libro, una relación violenta que vivió en Japón a finales de la década de los 90′s.
PUBLICIDAD
Pamela Díaz aclara que no leyó el episodio por el que le preguntó, pero sí sabía que en un extracto Anita Alvarado mencionó que una expareja “le había sacado la cresta mucho rato”, y la Geisha partió aclarando que se refería a muchas horas de golpes, por lo cual terminó con “la cara reventada” y hospitalizada.
Al ser consultada por qué comenzó a pegarle, Anita señaló que “yo quería terminar con él porque trajinó mi cartera, no me gusta que me trajinen mis cosas”. Alvarado recalcó que principalmente la agresión fue porque iba a terminar con él.
“Trajinó mi cartera, sacó las llaves, fue a mi departamento, trajinó mi departamento”, continuó. Pamela Díaz sugirió que quizás pensaba que lo estaba engañando, y la “Geisha” señaló que probablemente.
“Yo no puedo estar con alguien así”
Cuando él le confesó que fue a su departamento sin permiso, Anita le dijo “yo no puedo estar con alguien así”. Él comenzó a agredirla fuertemente, por lo que para frenar la situación, Anita comenzó a echarse la culpa y rogarle perdón a su pareja.
“Me arrastré para bajarle las revoluciones, ‘perdón amor, yo he sido cruel contigo, pero vamos a estar juntos, vamos a ser felices’, le lloré hasta que me soltó. Le dije: ‘amor, ¿tú no vas a ir a trabajar?’, yo ya estaba sangrando”, continuó.
Esta pregunta no fue bien recibida por su pareja, y se comenzó a alterar, pero Anita terminó recordándole sus palabras sobre la importancia del trabajo, para que él no volviera a agredirla, y su pareja le hizo caso. Ella esperó que se bañara y se fuera al trabajo, como era de costumbre, su pareja lo llamaba desde su oficina a su casa, así que aguardó hasta que esto sucediera.
Una vez que colgó el teléfono, llamó a un amigo de su pareja para que la llevara al hospital. “Ahí estuve (un tiempo), de ahí me fui a Tokio, de Tokio a Chile, y según yo nunca más, pero el hueón me siguió hasta el aeropuerto”, contó.