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David Beckham confiesa que sufrió depresión en una etapa de su vida: “No comía, no dormía”

Su talento para jugar al fútbol, su vida de empresario y su esposa ligada a la moda, hacen de David Beckham una de las personas más famosas del mundo.

David Beckham llegó al palacio de Westminster, para despedirse de la reina
David David Beckham llegó al palacio de Westminster, para despedirse de la reina (Markus Schreiber/AP)

La depresión es real. No distingue de razas o posiciones económicas. Aparece cuando menos la esperas y debe ser tratada con un profesional de la salud mental. Le pasó a David Beckham, justo en una de las etapas en las que era uno de los futbolistas más famosos del planeta.

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El exfutbolista y actual empresario del Inter de Miami de la MLS, ha confesado que en una etapa de su punto más alto de su carrera como deportista sufrió depresión. Lo dice abiertamente en una entrevista que ofreció al medio británico Daily Telegraph, de la que se hizo eco la revista Quien.

Lo más resaltante de todo es que nunca buscó ayuda, cosa que él mismo no recomienda, pero confiesa que no acudió a un profesional debido a la educación de su padre, bien chapada a la antigua.

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“Es algo que nunca admitiría, porque fui criado por un padre que, si le dijera: -Papá, hoy me siento un poco deprimido-, él habría dicho: -Chico, sigue adelante-. Pero estaba deprimido. No comía, no dormía. Vivía el día a día pensando en lo que vendría después. La gente decía que debería irme del país. Fue difícil”, comentó el exmediocampista del Manchester United.

Beckham cuenta que esto le ocurrió después de que lo expulsaran de un partido que jugó en el Mundial de Francia 1998 en la fase de grupos contra Argentina.

Sobre la terapia psicológica en la actualidad, David Beckham dice:

“La gente lo ha mencionado y creo que la terapia es una buena idea; hoy en día se oye más acerca de las estrellas del deporte que van a recibir terapia y lo mucho que ayuda. Pero crecí en el East End de Londres. Si le hubiera dicho a mi papá: -Necesito terapia-, él habría dicho: -¡¿Para qué?!- Así que agaché la cabeza y trabajé más duro”.

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