El cantante urbano Pailita abrió la billetera de par en par y realizó un generoso regalo a su padre, obsequiándole una lancha pesquera. Así lo dio cuenta en sus historias de Instagram, mostrando una foto de la embarcación flotando en aguas marinas.
PUBLICIDAD
“Le compré la lancha que siempre soñó mi papá”, escribió el artista. Además, destacó el lindo gesto que tuvo su progenitor, en agradecimiento del magnífico regalo.
Esto, porque como manda la tradición, el padre bautizó la lancha y la nombró nada menos que como “Pailita I”, nombre artístico de su retoño Carlos Javier Raín Pailacheo.
“Le puso mi nombre jaja maestro, como te banco viejito querido”, destacó el cantate.
En mayo Pailita, compartió un emotivo momento con su mamás, quien llegó a llorar al ver una nueva y bonita casa que le regaló.
“Todo los que venimos del barrio y del bajo mundo sabemos lo que nos cuesta tener nuestras cosas, desde el día en que decidí dejar mi ciudad me prometí a mi mismo que trabajaría día y noche para sacar a mi familia del mal estado económico en el que estábamos”, comenzó Pailita al relatar a sus seguidores el especial momento.
En el registro, el cantante muestra el momento en que lleva a su mamá con los ojos vendados para mostrarle la gran sorpresa. Al llegar, Nancy Pailacheo no la podía creer y estalló en lágrimas de pura emoción.
PUBLICIDAD
“Gracias por todo viejita”
“Hoy puedo decir que le compré la casa a mi mamá como lo soñé desde niño. Gracias por todo viejita, no sabes la alegría que me da verte feliz”, expresó.
Además, recordó el sacrificio que tuvo su progenitora con él y sus hermanos, antes de saltar a la fama. “Tuviste una vida de mierda, sacaste adelante cinco hijos sola, de los cuales todos estamos orgullosos de ti. Gracias por nunca rendirte y ser buena madre con todos”, expresó..
“Gracias a mi manager, amigos, familia, colegas de la música y a ustedes mi gente por confiar en mi. No lo puedo creer, es una bendición de Dios, todo se puede en la vida, los amo mucho, perseveren y no se rindan”, finalizó el cantante.
