Henry Thomas, el niño que interpretó a Elliott en la icónica película “E.T. El Extraterrestre”, se convirtió en una sensación en todo el mundo después del éxito de la película dirigida por Steven Spielberg. Sin embargo, detrás de su temprano estrellato, vivió una pesadilla en Hollywood que marcó su vida de manera profunda.
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En la década de 1980, Henry Thomas se convirtió en uno de los niños más reconocidos de Hollywood gracias a su papel en “E.T. El Extraterrestre”. La película, dirigida por el legendario Steven Spielberg, se convirtió en un fenómeno cinematográfico y catapultó la carrera de Thomas a la fama mundial.
Henry Thomas y su conflicto con Hollywood luego de “E.T. El Extraterrestre”
Nacido en una familia de granjeros en la periferia de San Antonio, Texas, Henry Thomas tuvo la oportunidad de trabajar con su héroe, Spielberg, en una película que se convertiría en una de las más queridas de todos los tiempos. Durante el rodaje de E.T., Thomas se mostró como un estudiante obediente y dedicado, siguiendo al pie de la letra las instrucciones del director.
Sin embargo, la fama y la atención mediática le trajeron problemas en lugar de alegría. Thomas fue objeto de burlas en la escuela, donde sus compañeros no dejaban de recordarle su papel en la película, convirtiéndolo en blanco de acoso y hostilidad.
Thomas intentó mantener los pies en la tierra. Después de su segundo matrimonio, se trasladó a un rancho en Oregón para alejar a sus hijos de la caótica vida de Hollywood. A pesar de su retirada parcial de la industria, siguió audicionando y tratando de involucrarse en proyectos cinematográficos, aunque en su mayoría fueran papeles secundarios.
El regreso de Henry Thomas
Fue gracias al director Mike Flanagan que Henry Thomas experimentó un resurgimiento en su carrera como actor. Flanagan lo eligió para papeles en películas y series de terror, como “El juego de Gerald”, “Doctor Sueño”, “Misa de medianoche”, y las exitosas series “La maldición de Hill House” y “La maldición de Bly Manor”.
Thomas encontró en Flanagan a un mentor que le devolvió la confianza en sí mismo y lo ayudó a reinventarse como actor.
El papel de patriarca en “La maldición de Hill House” fue un punto de inflexión en su carrera, permitiéndole demostrar su versatilidad y talento actoral. Henry Thomas ha expresado su gratitud hacia Mike Flanagan por brindarle la oportunidad de redescubrir su pasión por la actuación varias veces.
