Fue recibida como una verdadera estrella en el aeropuerto de Santiago e incluso se dio un beso en la trompa de larga duración con una fanático que la esperaba junto a la multitud. Pero, a pesar de la gran algarabía por el recibimiento de las tres finalistas de Gran Hermano, hubo algo que dejó triste a la participante de Chiloé.
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Esto, porque no estaba la persona que más quería ver tras su regreso a Chile: su pequeño hijo de 11 años.
Así comentó la Pincoya durante una breve entrevista a Chilevisión Noticias.
“Estoy contenta… quería ver a mi hijito”, sinceró.
De igual forma, agradeció a sus seguidores que le brindaron gigantesca muestra de cariño.
“Muchas gracias, de verdad, porque ellos me mantuvieron acá hasta esta instancia. Estoy muy emocionada, porque así media lesa que soy, la gente igual me quiere”, consignó Página 7.
La gran final será este domingo 3 de diciembre, desde los estudios de CHV.
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Pincoya dio beso en la trompa
“La Jennifer se agarró a calugazos con un tipo rubio, será que la fue a ver el de las Botas negras”, bromeó una cibernauta, compartiendo el momento el intenso encuentro entre Jennfier y un fanático.
Fueron pasadas las 9 de las noche cuando las tres integrantes del reality aparecieron por la salida del aeropuerto ante la expectación de cientos de seguidores que las esperaban hace horas.
Junto las luces de las cámaras, el griterío intenso y la compañía de Julio César Rodríguez, las grandes ganadoras saludaron al público.
Fue ahí que Pincoya sorprendió con un beso en la trompa de larga duración con un hombre de cabello rubio y gorro que estaba entre la multitud.
