La princesa Leonor llegó a sus 18 años y con ello aumentaron las responsabilidades que recaen sobre su hombro al tratarse de la futura Reina de España. Es por ello que la mirada pública ha estado sobre ella y cualquier movimiento que realiza es analizado con lupa.
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Si bien, la princesa de Asturias se encuentra formándose en la Academia Militar de Zaragoza al igual que lo hizo su padre, ahora que es mayor de edad se toma sus tiempos de descanso para disfrutar con sus amigos en locales nocturnos, como cualquier joven de su edad.
Sin embargo, muy diferente a otras jóvenes, las salidas de Leonor han contado con un batallón de seguridad y la última que tuvo en Madrid ha estado en boca de todos debido las exigencias y un particular gesto la joven monarca.
La presunta humillación de la princesa Leonor a una camarera
Según medios españoles, la princesa Leonor acudió a la discoteca Fitz, situada en la calle Princesa, junto a un grupo de ocho amigos, dos de ellos chicos y las demás, chicas. Este es uno de los locales más famosos de la localidad, al cual acuden reconocidos famosos.
La hija del Rey Felipe VI entró junto a sus amigos por una puerta lateral a la que se puede acceder desde el interior de un hotel situado al lado de la discoteca y estuvieron en una sala VIP situada junto a la cabina del DJ.
Al lugar presuntamente solo podían acceder una azafata y el camarero encargado de llevarles las bebidas, con quienes no habrían tenido el mejor de los tratos.
Durante la noche Leonor y sus amigos bebieron vodka y refresco de limón y que estuvieron hasta las 5:30 de la mañana y abandonaron la discoteca media hora antes de que cerrara a las seis de la madrugada.
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Sin embargo, el escándalo radica en que la princesa hizo firmar un contrato de confidencialidad a las personas que los atendieron, según comentó la redactora jefa de Lecturas, Karmele Izaguirre, en el programa ‘Más vale sábado’.
“Lo preocupada que tiene que estar la reina Letizia en lo que se refiere a gestionar la vida privada de su hija que todas las personas que iba a atender a la princesa Leonor, se vieron obligadas a firmar un contrato de confidencialidad. Sentó muy mal que se filtrara que Leonor había estado hasta las seis de la mañana en una discoteca”, dijo.
La situación habría causado gran indignación al punto de que algunos hablan de lo que podría ser su futuro como reina si desde ya hace firmar contratos de silencio.
“¿No queremos normalizar a estar familia? Una niña de esa edad, monísima por cierto, que a mí cada día me gusta más, no tiene por qué ir a un reservado. Se va a la pista allí a moverse delante de todo el mundo. Será una desgraciada si todo va a ser a base de contratos y oscurantismos.Eso es absurdo completamente”, expresó periodista María Eugenia Yagüe.