Este fin de semana la cantante dominicana Yailín, la más viral, fue duramente criticada por los internautas porque hizo varios videos en vivo con su pareja Tekashi, quien hace menos de un mes la denunció por violencia, por lo que fue detenida en Estados Unidos, donde él mismo la sacó de prisión tras pagar la fianza. Este 13 de enero, otra vez la celó frente a miles de seguidores.
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Ella hizo la sesión en vivo para lucirse con un baile erótico en el que movía su trasero dentro de una piscina, pero esto a él no le pareció y la tomó por la cabeza y sacudió. La artista urbana solo dijo: “Ese culo es mío, lo pagué yo” y siguió contoneado la cintura.
Luego los dos compartieron fotos juntos en sus cuentas en Instagram. Pero mientras la pareja hacía de las suyas, la madre de Yailín estaba ocupada recuperándose de unos retoques estéticos que le moldearon su figura. Wanda Díaz apareció en un video detallando qué fue lo que se hizo: lipoescultura y abdominoplastia.
De acuerdo con el portal Clínicas Estéticas Chile, la lipoescultura es un procedimiento quirúrgico en el que se moldea la figura al extraer mediante succión la grasa de una parte del cuerpo para rellenar otras. En el caso de Wanda, la transferencia de grasa se hizo de la cadera a los glúteos. En tanto, con la abdominoplastia reconstruyen la pared del abdomen al eliminar el exceso de piel y grasa, para luego tensar los músculos de la zona.
“La señora se ve súper joven 😮 y bonita. No parece la madre de ellas”, “Más linda la mamá que la hija”, “Muy bonita la señora. Y joven”, “¿Por qué la hija no habla así de bonito?, “¡Qué guapa esa señora!” y “Hermosa, tremenda mujer”, le escribieron a Wanda, quien ayuda a su hija con el cuidado de Cattleya.
Wanda manifestó en el video que al momento de grabarlo ya tenía cuatro días de haberse sometido a la cirugía y que estaba un poco inflamada. Sin embargo, luce un cuero estupendo, pese al poco tiempo. Sobe el dolor, le contó a su médico, quien estaba grabando, que “en el primer día, del 1 al 10 (grado de dolor), fue como 8. Pero se fue reduciendo, reduciendo. Tengo cuatro días. Miren cómo estoy: perfecta, no me duele nada”.
La galena manifestó que ella tuvo una preparación completa como el resto de las pacientes. Díaz confesó que siempre le dio temor operarse, pero los últimos cinco años estuvo muy indecisa, “pero gracias a Dios todo salió bien. Estoy muy bien con mi cirugía, complacida. Tengo lo que quería. Estoy un poco inflamada, pero eso va a bajar y estoy bien”. Además, detalló que “los masajes el primer día duelen un poquito, en el segundo día van cambiando”.
