Cada año, el Festival de Viña del Mar atrae a una variedad de artistas internacionales y locales, y con ellos, llegan una serie de exigencias y peticiones que buscan asegurar su comodidad y bienestar durante su participación en el evento. Estas demandas van desde solicitudes alimenticias hasta ambientaciones especiales para sus camarines en la Quinta Vergara.
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Históricamente, el festival ha sido testigo de algunas peticiones peculiares, como la de Morrisey en 2012, quien solicitó que no hubiera carne en su camarín y que no se le acercara ningún miembro de la producción al ingresar al recinto. Del mismo modo, Luis Miguel pidió 120 toallas blancas y evitar encuentros con personas tras bambalinas.
Este año, durante la transmisión de “Noche Cero”, los animadores del Festival de Viña 2024, María Luisa Godoy y Francisco Saavedra, revelaron las solicitudes de los artistas participantes. Entre ellas, Alejandro Sanz pidió telas negras y luz cálida en su camarín, mientras que Manuel Turizo solicitó cortinas blancas para un ambiente más iluminado.
La exigencias más extrañas
Sin embargo, las exigencias más destacadas llegaron de la mano de Andrea Bocelli, quien solicitó una pelota de pilates y un teclado, lo que fue considerado como la petición “más excéntrica” del año. En cuanto a las preferencias alimenticias, María Becerra optó por huevos duros y aguacate, mientras que Trueno, quien se sumó como reemplazo de último minuto, solicitó hierba mate y hummus, según informó Meganoticias.
Estas exigencias, aunque pueden parecer extravagantes para algunos, son parte del protocolo habitual en eventos de esta envergadura, donde se busca garantizar que los artistas se sientan cómodos y puedan ofrecer su mejor desempeño sobre el escenario de la Quinta Vergara.
