El último comediante que pisó la Quinta Vergara durante esta edición del Festival de Viña del Mar fue Álex Ortiz. Quien fue conocido como el “Flaite chileno”, estuvo de invitado en el estelar de Chilevisión, “Podemos Hablar”.
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Fue el último presentado durante el ingreso de los invitados, pero se lució en el punto de encuentro cuando contó diversas anécdotas de su juventud, y en particular una que terminó con él en Urgencias. Esto comenzó con la premisa de un “carrete para el olvido”.
Esto sucedió en un bar de Maipú, hasta donde fue para tomar un par de cervezas con su amigo Hardy. El comediante se había comprado un polerón nuevo para lucirlo en sus salidas. Él estaba carreteando y entonado cuando se dio cuenta que le robaron su polerón, así que fue a reclamarle al dueño del bar, quien le dijo que tenía que tener más cuidado con sus cosas.
El local cerró, y Álex estaba ofuscado así que realizó algo de lo que se terminó arrepintiendo. “No sé por qué tan imbécil, veo la caja de la moto y le pego. Suena tan fuerte, de repente empiezo a mirar la moto y empieza a caer una tras otra, habían cuatro motos. Siento las cortinas que abren del bar y salen tres hueones grandes con estos bastones”, recordó.
“Dije: ‘no hueón, nos van a masacrar, Hardy corre hueón’. Empezamos a correr con este hueón, él se fue hacia la plaza Maipú y yo me fui por el otro lado (...) Me caigo en la luneta de hocico al piso, y ahí siento el primer palo en la cabeza, entre patadas, palos, los lentes volaron”, relató el comediante. Ortíz le pidió socorro a su amigo, pero vio a su costado y vio que su amigo estaba peor que él, “lo estaban haciendo cagar”, señaló.
Sus idas a la Posta
El comediante se acercó a una patrulla de Carabineros, le explicó la situación y fueron al lugar donde estaba su amigo y los agresores. “Estaban los guardias ahí con mi amigo pa’ la cagada, y le digo: ‘tú fuiste, pégame ahora’, y me vai a creer que el hueón me pega, nunca había recibido una patada en el pecho”, contó despertando la risa de los presentes.
Ortiz le dijo al carabinero si es que no iba a hacer nada, y él le respondió “pero, si lo provocaste po’”. Él le pidió que lo llevara a la Posta, se dirigieron a la Comisaría para constatar lesiones, y lo llevaron al centro médico. El doctor que lo atendió, le dijo que tenía que poner puntos, pero el comediante quería que le pusiera afrontaciones para que no quedaran marcas. Él insistió, no llegaron a acuerdo, y se fue sin someterse a ningún procedimiento y con una herida considerable en su cabeza.
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Él terminó yéndose a su casa donde vivía con sus padres, llega a su dormitorio y se acuesta en su cama. “Despierto con un grito: ‘¡Kike! ¡El niño se murió! ¡Kike el niño se murió!’. Despierto y le digo qué pasó mamá, ella me pregunta qué me pasó (...) y veo la almohada blanca, estaba roja entera, yo casi me desangré en la cama”, reveló para la sorpresa del resto de los invitados.
El comediante le explicó a su mamá lo sucedido, quien lo retó por su enfrentamiento. “No me podía sacar la almohada la tenía pegada a la cabeza, mi papá llegó con unas tijeras, me llevó a la Posta de nuevo, con un pedazo de almohada”, contó Álex, quien llegó a centro médico y le pusieron afrontaciones después de que le limpiaron la herida.