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La extraña obsesión del príncipe Andrew con los osos de peluche es uno de los momentos más polémicos de la película ‘Scoop’

Al parecer, sus peluches debían ser acomodados en un orden particular en su habitación

Príncipe Andrés
(WPA Pool/Getty Images)

Netflix estrenó hace poco la cinta “Scoop” y ya empezó a dar mucho de qué hablar, pues retrata la extraña obsesión que tiene el príncipe Andrew con los peluches.

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El filme nos cuenta la historia de cómo un grupo de mujeres del programa de la BBC “Newsnight”, lograron realizarle la polémica entrevista al hermano menor del Rey Carlos III, donde habló de su amistad con el empresario Jeffrey Epstein, así como también de su accidente automovilístico con Emily Maitlis.

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Una de las escenas más controversiales de “Scoop” es la forma en cómo reaccionó el príncipe Andrew al ver la noticia del arresto de su amigo por la red de tráfico infantil que operaba.

El príncipe Andrew sí tiene una colección de osos de peluche

La polémica escena del “Scoop” se muestra como un molesto Duque de York le reclama a una de las empleadas de palacio por no haber acomodado correctamente los osos de peluche en su habitación.

Si bien se creía que era solo un mito, el propio príncipe Andrew confesó en una entrevista de 2010 que le gustaba coleccionar osos de peluche: “Siempre he coleccionado ositos de peluche. A todos los lugares a los que iba cuando estaba en la marina solía comprar un oso de peluche, así que tengo una colección muy variada de todas partes del mundo”.

Una extrabajadora del Palacio de Buckingham, llamada Charlotte Briggs, dijo en 2022 que cuando empezó a trabajar le notificaron sobre la obsesión del Duque de York e incluso pasó un día en entrenamiento, pues al príncipe le gustaba acomodarlos según su tamaño.

“A la hora de dormir tenía que quitar todos los peluches de su cama y colocarlos alrededor de la habitación. Cada uno tenía un lugar determinado. Los más pequeños los poníamos en una chimenea sin uso, también en orden de tamaño, para que se vieran bonitos. Sus dos peluches favoritos los ponía en dos tronos que se encontraban en ambos costados de su cama. Los demás se dejaban a los pies de la cama”.

Lo polémico de esta extraña obsesión es que sugiere que el príncipe Andrew pudo haber usado los “servicios” que ofrecía su amigo Jeffrey Epstein con menores de edad.

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