El exfutbolista y uno de los hombres que más revuelo ha despertado en el mundo de la farándula, Mauricio Pinilla, participó del último capítulo del estelar de conversación de Chilevisión, “Podemos Hablar”, junto a su expareja y madre de sus hijos, Gisella Gallardo.
En este espacio hablaron sobre uno de sus episodios faranduleros más conocidos: el episodio de su affaire con Coté López y “El Rey León”. Por esto, el animador Julio César Rodríguez le consultó sobre si le marcó mucho este escándalo en su vida.
“Éramos muy cabros chicos, no teníamos ni 25 años y fue finalmente Daniela Aránguiz, que dijo que ellas estaban viendo esa película. La verdad es que le cagó la infancia a varios niños, a los de nosotros, sobre todo”, dijo entre risas.
“Nunca me podía ir a la habitación de los niños, a decirles que viéramos esta película, porque iba para otro lado. Ahí estábamos separados”, agregó.
Su relación con Jiménez y López
El animador se fue de tarro, y entregó una información sobre este escándalo, el periodista que encontró el auto de Pinilla en el departamento fue Francisco Kaminski, quien está en el ojo del huracán tras serle infiel a Carla Jara. Esto despertó una explosión de risas en el lugar, y JC señaló que eran “las ironías de la vida”.
Gallardo señaló que “yo nunca asocié que él me había sido infiel, si él vivía en su departamento y yo vivía en mi departamento con Agustina”.
Con respecto a su relación actual con Luis Jiménez, la pareja de ese momento de Coté López, el exfutbolista señaló que “sí, hemos hablado, está sano el tema”. Posteriormente, Pinilla puntualizó que “de vez en cuando (nos mandamos) un mensaje, súper buena onda, o por temas solidarios, ayudándonos en campañas que hacen. Éramos compañeros, jugábamos en las sub 17 y sub 20. Nos conocíamos harto″.
De igual forma, Mauricio Pinilla recordó el enfrentamiento que iba a llegar a las manos que tuvo con Jiménez y sus amigos después de que sucedió este escándalo. El exfutbolista señaló que era lo que se merecía.
Gallardo contó que con María José también está todo bien. “Se dio que, cuando vivíamos en Chicureo, entrenaban sus hijos con nuestros hijos. Ahí nos juntábamos y nos saludábamos con respeto. Su hija te mueres lo buena que es para el fútbol (...) Siempre buena onda, él es un caballero, ella es una dama preciosa”, cerró.
