Invitada a La divina comida, la periodista y animadora de TVN, Ivette Vergara, sinceró cuál fue su reacción cuando su hijo mayor, Nicolás Solabarrieta, les informó que haría una pausa en su carrera profesional para incursionar en la televisión. Precisamente en el reality Tierra Brava.
PUBLICIDAD
Vergara confesó que fue un verdadero balde de agua fría, principalmente por la preocupación de que su hijo fuera víctima del bullying en redes sociales, tal como se vio con los participantes del reality Gran Hermano.
“Al principio, siempre da un poco de susto porque uno sabe cómo es este ambiente, y uno nunca quiere ver sufrir a sus hijos, entonces obviamente que si me preguntaban, a mí nunca me agradó la idea de que entrara a un reality”, señaló a los demás comensales Quique Neira, diputada Paulina Núñez y el reconocido estilista Mario Mezza.
Si bien, tanto ella como su, ahora exmarido, Fernando Solabarrieta, son rostros de televisión, le dio temor que su hijo se viera expuesto al asedio mediático, debido al formato en el cual decidió dar sus primeros pasos en la pantalla chica, entregando una tajante respuesta.
“No es el formato que a mí me hubiese gustado (para entrar a la TV), porque siento que exacerba para bien o mal muchas situaciones. No es normal estar encerrado 100 días, pero él está grande y toma decisiones, entonces cuando se decidió fue como bueno, hay que apoyarlo”, dijo resignada.
Además, señaló la pena que provocó al interior de la familia, cuando el exfutbolista se fue del hogar, tal como su hija Maite.
“Cuando se fue el Nico, fue terrible. Entraba a su pieza y yo sola, porque no quería que nadie me viera, agarraba su almohada, sentía su olor. Cuando partió la Maite también fue difícil, porque era mi partner”, recordó respecto a la partida de sus retoños del hogar.
Nicolás Solabarrieta antes de ingresar al reality estuvo viviendo en Estados Unidos, país donde estudió y jugó al fútbol y posteriormente se radicó en Dubai, para realizar una pasantía y poner en práctica sus estudios comerciales.
