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“Era muy arrojado el hombre”: Lindorfo da a conocer temeraria misión que preparaba Claudio Iturra

Fue un desafío que no alcanzó a cumplir el periodista y que lo motivaba desde un nivel espiritual desde hace años.

Foto web/ T13
Claudio Iturra

Una rutina constante de entrenamiento y deportes, que seguía desde hace años, guardaba una profunda razón para Claudio Iturra. El aventurero periodista albergaba el sueño de hacer cumbre en el monte Everest, una misión para la cual se requiere una exigente preparación física.

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El desafío de Iturra fue dado a conocer por su cercano compañero de viajes, Sebastián “Lindorfo” Jiménez, quien comentó acerca de la repentina muerte del empresario turístico en el matinal “Contigo en la Mañana”, por las pantallas de Chilevisión.

Ahora se estaba preparando para ir al Everest. Me lo comentó y yo le dije: ‘compadre, te felicito pero no es lo mismo que subir el Alto del Naranjo o el cerro Provincia, cerca de Farellones’”, señaló el veterinario, quien compartiera labores con Claudio en el programa “La Ley de la Selva” (Mega), según consigna La Cuarta.

“Me dijo: ‘no, si me estoy preparando, llevo como seis meses’. Esto fue en el verano de este año. Yo le dije ‘ten cuidado’. Era muy arrojado el hombre”, añadió Lindorfo.

Iturra murió durante la madrugada de este jueves a causa de un infarto. Entre su círculo cercano indicaron que, en los últimos años, el comunicador se encontraba estrechamente dedicado al ejercicio físico y los deportes.

En efecto, el entomólgo y figura televisiva Alfredo Ugarte explicó en el mismo matinal que “Claudio estaba yendo al gimnasio y se estaba haciendo un poquito adicto a esto de la musculatura y el estado físico”.

“Se trata de una prueba difícil”

La preparación de Iturra para realizar el desafío de escalar el Everest llevaba algún tiempo. En una entrevista concedida a LUN, en octubre de 2021, ya avisaba que se encontraba entrenando para cumplir su sueño.

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Me voy al Everest (...) Estoy enamorado de las montañas”, confesó en esa época. “He visto el Everest, pero nunca me sentí espiritualmente preparado para subirlo”, admitió.

El aventurero se levantaba a las siete de la mañana y salía a trotar. Dedicaba al menos cuatro horas diarias al entrenamiento, asesorado por consejos de médicos, personal trainers y nutriólogos. “Esa es la manera más responsable porque se trata de una prueba difícil, en que incluso puedes morir”, consideraba.

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