Entretenimiento

De Francia al Bim Bam Bum: el día en que la trangresora y legendaria Coccinelle revolucionó la bohemia santiaguina

Ya era una polémica estrella del transformismo en Europa cuando hizo una gira que la consagró en los teatros de revistas de Buenos Aires y la trajo al principal centro de espectáculos de la época en la calle Huérfanos.

.
.

Plasmada en la serie “Ella” del streaming, la vida de la primera artista transexual argentina Cris Miró –vedette ícono de los 90- remite la memoria a episodios de otros personajes similares que fueron pioneros del espectáculo promediando el siglo pasado. Y entre ellos asoma uno que, con plumas y sobre el escenario, se convirtió en reina de las bambalinas también en Chile: la francesa Coccinelle, quien arribó en 1962 al clásico teatro Bim Bam Bum para deslumbrar con su belleza transgresora a los bohemios de la época.

PUBLICIDAD

Coccinelle, traducible como mariquita o chinita, era el apodo de la artista francesa Jacqueline Dufresnoy, que había nacido como Jacques y en 1958 se sometió a una operación en Marruecos hasta llegar a convertirse en un fenómeno del espectáculo de transformismo que saltó desde París a Sudamérica. Su aparición en la película “Europa di Notte”, de Alessandro Blasetti, la internacionalizó como figura.

Así, en julio de 1962 aterrizó en Ezeiza para irrumpir con estruendo mediático en la noche refulgente de Buenos Aires. Y en septiembre, la nueva estación de su gira fue Santiago, donde se instaló como estrella del legendario Bim Bam Bum, de la calle Huérfanos.

Por cierto, en el Teatro Maipo de la capital argentina había logrado un éxito multitudinario y nadie dudó de que aquél Chile post Mundial de Fútbol la acogería de la misma forma.

.
Coccinelle, junto a una amiga, en su época de esplendor en los espectáculos revisteriles.

El recuerdo de Pedro Lemebel

El premiado escritor nacional Pedro Lemebel describió ese capítulo nostálgico en una de sus crónicas. “También en la escandalera de esos años que hervían de cambios sociales, juveniles y sexuales, se anunció a todo bombo la visita de Coccinelle, el primer homosexual francés que se cambió el sexo en París. Y el tumulto a la entrada del Ópera era un empujar de santiaguinos curiosos que deseaban ver este milagro de la cirugía. Y todos quedaron mudos cuando la Coccinelle bajó del auto en un relámpago de flashes. Era más bella de lo imaginado, con su pelo aluminio, sus grandes ojos verdes, y el par de mamas como rosados melones que desembolsó en el escenario para estupor del público. “Todo es falso, puro relleno”, murmuraban los bailarines colizas sapeando envidiosos tras las cortinas”, reseñó el autor de “Tengo miedo, torero”.

Como sea, en un mundo de otra época, la huella de Coccinelle en Chile se tradujo en numerosos reportajes y fotos en la prensa, magnetizada tanto por su caso como por la calidad del show en el escenario.

Sin embargo, su proceso transitó un camino complejo porque entonces el cambio de sexo era un procedimiento penado por la ley del Estado francés. Por ello, el exsoldado se decidió a volar a Marruecos para someterse al bisturí del ginecólogo Georges Burou. Así nació Jacqueline y, después de su operación y presionado por la connotación alcanzada en su primera película, el gobierno de Francia le otorgó su cédula femenina en 1961.

PUBLICIDAD

Tras su paso por Santiago, Coccinelle prolongó su aventura profesional de música y bailes a Perú y Ecuador. Ya cautiva de la popularidad y los flashes, la artista continuó años después mostrando su espectáculo por el mundo hasta que el paso del tiempo determinó su retiro.

Las crónicas biográficas establecen que se radicó en Marsella, con un tercer matrimonio a cuestas y una cuenta bancaria tan desnuda como su cuerpo mientras deslumbraba en el escenario. Y el 9 de octubre de 2006 se convirtió en leyenda, cuando se apagó la última luz de su radiante historia…

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último