Una madre no tiene por qué estar de acuerdo con las decisiones de su hija, y así lo hizo saber la psicóloga clínica, Leslie Power, quien rechazó la participación de su hija Camila Power dentro del reality show, “Gran Hermano”. Esto lo dijo con propiedad, ya que ella ha trabajado previamente en este tipo de formatos.
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La profesional publicó un video en su cuenta de Instagram a modo de comunicado público sobre la participación de su hija en el reality. Leslie partió con sus créditos y dentro de sus 28 años de experiencia laboral, Power contó que fue la primera psicóloga que participó del proceso de selección y acompañamiento de participantes de realities show en Chile.
“Conozco el formato televisivo en profundidad, y en palabras concretas, no me gusta porque no es un lugar de cuidado. Capitalizar la exposición de la intimidad es contrario a la salud mental, opinión ampliamente compartida con mi familia, y es conocida en redes sociales y en prensa”, comentó.
“Mis valores se oponen a ver al ser humano como capital humano, no concuerdo con la explotación de la intimidad, cuestiono la reducción del deseo mutuo a un consentimiento en un formato que es totalitarista. No me gusta la edición manipulada y la narración por intereses económicos de la producción (...) Es un formato que no aporta a una sociedad colaborativa”, agregó.
“Jamás alentaría a alguien, menos a un hijo, a entrar a un reality show”
Con respecto a la decisión de su hija de participar en un formato duramente criticado por ella, Leslie Power declaró que “mi hija Camila Gómez Power, de casi 27 años, toma decisiones independientes de nuestra vida familiar. Vive hace varios años fuera del hogar materno, y algunas de esas decisiones no me involucran ni representan, como tampoco a mis otros hijos”.
Ella señaló que siempre ha incentivado a sus hijos para que ellos elijan el camino que ellos deseen. “Cada persona va escogiendo el camino de lo que toma o no toma de la madre, del padre, la familia, la cultura que habita, armando sus propios deseos. Jamás alentaría a alguien, menos a un hijo, a entrar a un reality show”.
“Mi opinión sobre los realities son claras y contundentes. Son un fenómeno televisivo que responden a una sociedad capital patriarcal que abusa de las personas que eligen participar de estos programas, cuyas motivaciones para hacerlo pueden ser conscientes o inconscientes, o estar influenciados por situaciones emocionales, laborales, sociales y económicas”, cerró.