Un difícil diagnóstico de cáncer vivió el actor Nicolás Rojas, más conocido por su rol como Daniel Zamudio en la miniserie, “Zamudio, perdidos en la noche”. Él recordó esta etapa de su vida que comenzó a la temprana edad de 19 años.
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Rojas participó del podcast, “Reyes del Drama”, en donde habló sobre este diagnóstico que recibió antes de protagonizar en la mini serie. “Yo tuve cáncer dos veces, antes de ‘Zamudio’ y después. Fue complejo porque en el fondo la palabra cáncer es como vivir con una condición, te marca por años hasta que te dan el alta médica”, partió comentando.
“A mí no me gusta decir que uno lucha contra el cáncer o vivo en una lucha, porque en el fondo no es una lucha, si muero por el cáncer no es que perdí la batalla. Viví con esa condición, pasé por ese período dos veces, y fue súper duro sentir que quizás te podías morir”, añadió.
“Cuando tienes esa idea en la cabeza, es cuando uno tiene más ganas de vivir, eso es lo que pasa, salen ganas de vivir de no sé dónde, no quieres morir. Entonces, es muy bonito también, y te hace apreciar mucho más la vida”, agregó.
“Me preocupaba mucho de estar bien”
Mientras era un paciente con cáncer, él se encontraba lejos de su familia, sin embargo, sí estaba con personas queridas como amigos, su pareja y la familia de ésta que lo contenían. “El cáncer para mí no fue lo doloroso, el tratamiento fue lo terrible”, comentó.
“Yo era joven y el ciclo de la quimioterapia fue súper rudo. Habían días que me levantaba y solamente me sentaba en la cama... me desvanecía, por supuesto temí por mi vida, pues decía ‘quizás mañana no despierte’. Eso puede pasar”, agregó.
El actor dijo que lo pudo sobrellevar debido a una fuerza interior que despertó en él, que ha sido una cualidad personal que tiene. “Yo soy súper bueno para avanzar, saltar y por encima de las cosas, no dejé que me afectara tanto en ese momento”, confesó el actor.
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“Me acuerdo de que pocas veces lloré o sentí pena o dolor. Me preocupaba mucho de estar bien, levantarme y resistir, ser resiliente. Para mí fue ir de frente, no más, y me demoré nada en recuperarme”, añadió.
Finalmente, él reflexionó que “cualquier otro problema, sí uno se afecta, lo pasa mal y se quiere echar a morir, pero eso no es nada. Para mí es un granito de arena con respecto a las ganas que yo tuve de seguir viviendo, y eso para mí es mucho más importante: vivir”