A los 93 años, falleció este lunes el aclamado actor James Earl Jones, conocido mundialmente por su icónica interpretación de Darth Vader en la saga de Star Wars. Jones se unió al selecto grupo de artistas que han conseguido ser EGOT, es decir, ganar un premio Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony a lo largo de su carrera.
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Un legado extraordinario en el cine y el teatro
El deceso del actor tuvo lugar en su hogar en Dutchess County, Nueva York. Jones es considerado como uno de los mejores actores de teatro y cine de la historia. A lo largo de su carrera, no solo se destacó por su papel como Darth Vader, sino que también prestó su voz a Mufasa, el padre de Simba, en la exitosa película animada El Rey León de 1994, y repitió este papel en la versión de acción real estrenada en 2019.
Con una voz grave y poderosa, James Earl Jones dejó su marca en el cine con papeles memorables, como en Dr. Strangelove (1964) de Stanley Kubrick. Su interpretación de Darth Vader en la trilogía original de Star Wars lo catapultó al estrellato, y volvió a encarnar al famoso villano en proyectos posteriores, como Star Wars: Episodio III – La venganza de los Sith (2005) y Rogue One: Una historia de Star Wars (2016), aunque no fue acreditado en este último.
El personaje de Darth Vader fue interpretado físicamente por David Prowse, pero fue Jones quien dio vida a la voz del villano en la postproducción. El director George Lucas optó por el timbre profundo de Jones, ya que consideró que el acento del Oeste de Prowse no se adaptaba al personaje.

Premios y reconocimientos
James Earl Jones alcanzó la estatuilla del Premio Oscar como reconocimiento honorífico por su trayectoria, además de contar con dos premios Primetime Emmy, un Grammy y tres premios Tony. Este impresionante palmarés lo sitúa como un artista singular en la industria del entretenimiento.
Nacido el 17 de enero de 1931 en Arkabutla, Mississippi, Jones dejó un legado imborrable en la industria del cine. Algunas de sus participaciones más recordadas incluyen Conan, el Bárbaro (1982), junto a Arnold Schwarzenegger, Un príncipe en Nueva York (1988) con Eddie Murphy, y la aclamada El campo de los sueños (1989) con Kevin Costner. Además, tuvo roles destacados en La caza al Octubre Rojo (1990) y Juego de patriotas (1992) con Harrison Ford. También hizo apariciones memorables en Los Simpson, donde se presentó en tres ocasiones.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a sus seguidores y colegas del mundo del espectáculo, que lo recordarán como un icono de la actuación y la voz en el cine. Su legado perdurará a través de las generaciones, y su influencia en el arte será difícil de igualar.
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