En el reciente capítulo del pódcast de la periodista Javiera Quiroga, Más Que Titulares, estuvo como invitado el reconocido mago y comediante chileno Eduardo Carrasco, mejor conocido en los escenarios del país como Edo Caroe.
En el episodio número 64 del espacio digital, la conversación se abocó al tipo de humor del standupero, cómo lograr hacer reír en un mundo con alta sensibilidad, acerca de la relación con su padre, también de la terapia, pero no podía faltar en síndrome del impostor, algo que padece Edo Caroe.
En relación a esto último, Javiera le preguntó a Eduardo por qué sufre de este síndrome, que se trata de no creer en el éxito propio y pensar que los demás van a cuestionar cómo llegó ahí.
En esta línea, Carrasco comenzó diciendo: “Yo creo que puede ser por esas decisiones inconscientes que tomé, que uno no sabe con certeza a cómo llegó a cierto lugar, entonces uno empieza a dudar: ¿habrá tenido mucha preponderancia la suerte? ¿el destino?”.
“Por lo general es cuando termina un show y tengo que empezar otro”
“Ahora, no es que sufra constante... hay como ciertos momentos y creo que los tengo súper identificados, esos momentos que me da el síndrome del impostor: por lo general es cuando termina un show y tengo que empezar otro”, aclaró el comediante.
Lugo, para evidenciar estas situaciones, el comunicador del pódcast Tomás Va a Morir, contó que “por ejemplo, Viña del Mar. Se acabó mi rutina ‘Peligrosamente Bien’: ya la vio todo el mundo, y tengo que volver con un nuevo show, porque tengo cosas que decir, quiero hacer reír a la gente, es mi trabajo, yo vivo esto, entones necesito vender entradas, necesito que la gente vaya a verme y es lo que me mueve”.
“Pero ese intertanto entre el show que se termina y el que empieza, es donde empieza la seguridad y el pensar ‘no voy a poder escribir nada tan chistoso como la anterior, quizás con el show anterior se agotaron mis capacidades y ahora viene un declive’. Empiezan todas esas inseguridad con las que uno tiene que luchar... Me pasa siempre”, agregó.
“Siempre está mi esposa al lado, está mi hija”
A raíz de esto, Javiera quiso saber cómo es que le hace frente a este impostor. “Yo creo que nunca solo; siempre está mi esposa al lado, está mi hija, mi equipo, que sufren más que yo a veces”.
“Si no, yo creo que ahí sería muy abrumador y mucho más dañino de lo que es. O sea, siempre estoy rodeado, he tenido la suerte de formar un equipo muy bonito, con gente que está desde el inicio, como Tatán, que es mi productor de escenario, que él está conmigo desde los cumpleaños infantiles, entonces nos conocemos tanto y él sabe cuándo intervenir”, argumentó uno de los autores del libro Ecos en un Pueblo Fantasma.
“Y lo otro es empezar a hacer cosas, no quedarse padeciendo la inseguridad: no dejar de hacer. Yo ahora vengo saliendo de ese momento. O sea, me bajo del escenario de Viña –que para mí fue hermoso lo que viví, fue un exitazo– pero me bajo y digo ‘chucha, ahora tengo que escribir otra cosa’”, añadió.
“Me dio un colapso nervioso”
Sumado a lo anterior, comentó sobre un episodio que vivió en el viejo continente, donde sintió estas inseguridades. “Me fui a España a probar chistes, a escribir, y allá me dio un colapso nervioso terrible, porque sentí que no tenía nada: empiezan esas inseguridades de que mi capacidad de escribir chistes se acabó, ya no hay nada más”, narró.
“El público también... se me olvidó decir eso. A pesar de que las audiencias, con lo seguidores, hay una relación de amor y odio: son súper peligrosas las audiencias. Porque, por un lado, son los que te elevan, los que sostienen tu carrera, y por otro lado, claro que te pueden dar la espalda”, cerró así el bloque.