Durante el capítulo del pasado domingo 6 de julio, en Mundos Opuestos, hubo una acalorada discusión que pudo haber terminado con participantes agarrados de las mechas, aunque, afortunadamente no pasó a mayores.
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En específico, Fernanda “Chilota” Valenzuela y Valentina Concha protagonizar este intenso momento que surgió luego de que compartieran espacio en la cama de Diego Venegas.
En resumen, en un comienzo Valenzuela le dijo a Concha: “Vale, pero no estés encima de él... está con la Nacha”. Valentina contestó: “Ay... estúpida”.
Luego, Scarlette ‘Eskarcita’ Gálvez se sumó a la cama de Diego y los tres se abrazaron. De manera irónica, Valentina interrumpió y comentó: “Ay ‘Chilota’, el Diego está con la Nacha”.
De ahí en adelante, el tono fue mayor y los insultos comenzaron a salir. Fue ahí cuando Venegas se puso entremedio de las dos para que no terminaran a las manos.
Diego sacó la voz
Diego, uno de los involucrados en mantener la distancia entre sus compañeras, rompió el silencio y abordó este conflicto.
En conversación exclusiva con Lima Limón, el joven aseguró que “con Chilota tenemos una amistad muy bonita y muy sana, de hablar hasta tarde en la noche y escucharnos y apoyarnos. No creo que yo le guste, me ve como un cabro bueno y si se metió fue simplemente porque no quería que yo la cagara con la Nacha. Por eso cuando me vio con la Vale encima mío le dijo muy tranqui que no lo hiciera más, y ahí yo hice el ‘click’ de que la Nacha podía enojarse si sabía”.
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“Cuando la Vale saltó a acusarla de estar celosa y se pusieron a pelear, me llamó mucho la atención, porque nada que ver lo que la Vale dijo, yo creo que siempre se nota cuando una relación es de amistad pura, sin morbo. La Vale lo interpretó de otra forma”, continuó.
Por último, respecto a la reacción de Valentina, Venegas señaló que “aunque la Vale siempre ha dicho que no le pasa nada conmigo, yo creo que si peleó así es porque algo le pasa. No explotas de esa manera por nada, si igual tuvimos un coqueteo al principio, y ella admitió al principio que estaba dispuesta a jugar conmigo, aunque yo sea más chico. Fue recién después de que nos peleamos, cuando me agarró el pelo y me enojé, que empezó a usar el argumento de que nunca le gusté. Pero no le creo mucho”.