El exitoso podcast “Cómo están los weones?” de Rosario Bravo y Daniel Fuenzalida llega a un amargo fin después del quiebre definitivo entre los animadores, cuya amistad se rompió tras el actuar del animador de TVN.
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En enero de 2024, dos meses después que inició el podcast, él inscribió a su nombre el título del programa en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), todo esto sin el consentimiento ni conocimiento de su compañera de trabajo y amiga de ese entonces.
Un año después, Bravo se enteró de lo ocurrido después de que un amigo abogado le sugirió que inscribiera el nombre. Ella llamó a su compañero para darle a conocer que se enteró de lo que hizo y le preguntó por qué no se lo había comentado.
“Me dijo que no había mala intención, que lo hace siempre y es un trámite, que era sencillo cambiarlo. Yo dudé, pensé que capaz que le estuviera poniendo mucho color y él me lo hizo ver así, como algo muy simple de arreglar”, le comentó a LUN.
Su relación quedó bien en dicho momento, y Daniel le aseguró que iba a regularizar la situación. Pasaron los meses, Rosario le consultaba si había avance en el tema, y él le respondía que estaba en trámite. “En marzo mandamos a hacer merchandising y en junio me llega un correo de su contadora con una sociedad que sólo incluía eso. No acepté”, reveló.
“Al ver que la promesa (de compartir la inscripción) no se estaba cumpliendo me puse más firme. Por ejemplo él quería hacer una dinámica en el podcast, pero me empecé a dar cuenta que a mí nadie me preguntaba (...) Mi opinión no era considerada. Cuando comencé a dar más ideas y opiniones él lo interpretó como que se me habían subido los humos”, añadió Bravo.
El fin del podcast y una amistad
La relación comenzó a tornarse más distante, él ya no le contestaba y grabar se volvió un trámite. “A fines de junio hicimos una reunión con el equipo y le preguntamos qué encontraba que estaba mal. Dijo que las historias estaban malas, que nosotros dos no enganchábamos, que hace dos meses ya no éramos amigos”.
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“Le dije que estábamos demasiado desconectados y que eso se notaba; ya ni nos saludábamos. Que con el correr de los meses yo había cambiado y que él también. Que creía que él era el Flaco y yo el Indio (de Dinamita show). Me sentía como arroz graneado”, agregó Rosario.
Ella decidió enviarle el mail después de comerse esas palabras por mucho tiempo, el intercambio entre ellos se terminó por filtrar. Rosario Bravo señaló que “el problema es que nunca me vio como una socia, que es lo que le hice ver en el mail”.
Dicho correo, el cual fue respondido por Fuenzalida hace mención a una intromisión de ella en su vida personal, ante dicha acusación, la enfermera se defendió al decir que “me molesta muchísimo que haga comentarios que dejen entrever una interpretación así”.
“Él me metió en sus asuntos personales al contarme cosas, al pololear con una amiga. Yo lo escuchaba nada más y dentro de lo que podía, lo aconsejaba, y me pedía interceder. La lección más importante es que mezclar lo laboral con la amistad no es lo mejor. Esto hubiera durado mucho más si no nos hubiéramos hecho tan amigos”.
Una vez que se filtró la noticia sobre el quiebre entre ambos, Daniel volvió a hablarle. “Me ha dicho que no fue su intención, y yo le creo, pero el infierno está lleno de buenas intenciones. En mi escala esto es imperdonable. Esto no es una pataleta, es un tema serio, que involucra un proyecto que era de los dos y no se me consideró”, confidenció.
El destino del podcast es definitivo para Rosario Bravo, éste terminará y solo quedan tres capítulos en carpeta que serán un recuento de los mejores momentos. “Se acaba. No puedo hacerme la hue... en una situación que ha sido difícil. No soy actriz ni un animal de televisión para sentarme al lado de alguien y cagarme de la risa. No puedo hacer un sketch. Él estuvo de acuerdo. El tatuaje (que se hicieron ambos con el nombre del podcast) y los bonitos recuerdos quedarán”.
“A Daniel siempre le voy a tener cariño, pero soy tajante. Puedo perdonarlo y tenerle cariño, pero en mi vida lo primero es estar en paz, en familia y no hay peso que valga pasar por situaciones incómodas. Él no hizo lo que prometió y yo soy de una línea”, añadió.
Sobre qué se viene para ella, Rosario comentó que “tengo que limar mucho mi autoestima, sentir que puedo seguir haciendo cosas. La frase es mía y el tatuaje se va a quedar ahí porque es una frase que me ha dado mucho. Estoy grabando otro podcast con Carlitos (su esposo) de la Corporación Ser”.